sábado, 26 de marzo de 2011

Responsabilidad Tremulante


Por Mons. Richard Williamson

Comentarios Eleison 193 (26-III-2011):

Muchas personas hoy en día tienen una idea tan sentimentalista de Dios, o una idea tan limitada de su poder, que es casi imposible para ellos imaginarlo castigando, aun menos utilizando el universo material o su clima para castigar. Sin embargo existe un fuerte argumento que indica que la misma inestabilidad de las placas tectónicas de la tierra, que ocasiona desastres semejantes a los que hemos visto recientemente en Japón, fue resultado y castigo por los pecados de los hombres. Aquí presento el argumento (del cual yo nunca aprendí nada en la escuela):

Antes de que Adán y Eva pecaran, la naturaleza humana era una creación gloriosa de Dios, fuerte y estable, pero no inquebrantable. La revuelta en contra de Dios podía quebrantarla. Así es que cuando Adán y Eva cometieron el Pecado Original, todos sus descendientes (excepto Nuestro Señor y Nuestra Señora) heredaron una naturaleza herida, así que todos nosotros podemos sufrir, tenemos que morir y únicamente con dificultad controlamos nuestra baja naturaleza. De manera similar sucede con la naturaleza física de nuestro planeta. Antes del Diluvio en el tiempo de Noé, era como un jardín del paraíso, una creación gloriosa de Dios, fuerte y estable, pero no inquebrantable. La corrupción universal del hombre (Gen. VI,11,12) podía e iba a quebrantarla.

Tal vez muchos geólogos hoy en día no tienen fe en el Diluvio como está descrito en la Biblia, pero si creen en una convulsión prehistórica muy poderosa de la superficie de la tierra como una manera de explicar, por ejemplo, la evidencia de los fósiles de animales marinos que se encuentran hoy en día en algunas de las cordilleras de la tierra, como las Rocosas en Norte América. Originalmente, según especulan, la circunferencia rocosa de la tierra se mantenía bastante más alejada del centro de la tierra por inmensas cámaras subterráneas de agua, sobre las cuales las rocas ejercían presión debido a la gravedad. Si entonces esa caparazón esférica de roca comenzó a fisurarse en algún punto, el agua fluiría hacia la superficie, inundando la superficie abierta que se encontraba arriba, y la roca se colapsaría hacia abajo para tomar su lugar. Las inmensas tensiones involucradas podrían dispersar la inundación y el colapso alrededor de todo el mundo. (Note que de las Escrituras parece claro que las aguas que ocasionaron la Inundación no solamente cayeron del cielo sino que también surgieron de la tierra: Génesis VII, 11; VIII, 2.)

Pero es obvio que si en toda la tierra, la circunferencia de roca se colapsó hacia adentro para formar una circunferencia más pequeña, habría demasiada roca para un menor espacio, así es que no solamente se fisuraría, para formar las placas tectónicas colisionantes, sino que también se desmoronaría para formar, en adición a otras características visibles de la geología de nuestro planeta hoy en día, las inmensas cordilleras, levantando a los animales marítimos mucho más por encima del nivel del mar. El Monte Everest sigue elevándose unos pocos centímetros cada año, porque la placa de India se está empujando por debajo de la placa Euroasiática de China y el Tíbet.

Entonces así como el pecado original generó desde entonces tensiones punitivas dentro de la naturaleza humana, así la corrupción prehistórica de la humanidad generó tensiones dentro de la corteza de la tierra en donde yacen los terremotos y maremotos históricos como el que acabamos de presenciar en Japón. "La Naturaleza", dijo Nuestra Señora en La Salette en 1846, "está clamando venganza por causa del hombre, y tiembla con pavor de lo que debe de suceder a la tierra manchada de crimen. Tiembla, tierra, y ustedes que se proclaman servidores de Jesucristo y quien, en el interior, solo se adoran a sí mismos, tiemblen, porque Dios los entregará a su enemigo, porque los lugares santos están en estado de corrupción."

Temblemos. ¡Oremos!

Kyrie eleison

jueves, 24 de marzo de 2011

25 de marzo - Día del Niño por Nacer


Nuestra esperanza

Mujer, déjame que diga,
para todos y en voz alta
lo que va a ser, si Dios quiere,
el hijo de tus entrañas,
el hijo de nuestro amor,
ése que está haciendo falta,
ése que ya está en camino
y es toda nuestra esperanza!
Lo quiero un hombre derecho
y capaz de abrirse cancha;
que no se achique ante nadie
y mantenga su palabra:
que sepa ser divertido,
sepa andar entre las guainas,
sepa darse su lugar
y el trabajo sea su fama.
Que no se olvide de Dios
y haga las cosas con calma
sabiendo que adónde va
Dios que es gaucho lo acompaña,
y lo cuida a sol y a sombra
en el surco y en la farra,
cuando siembra o se enamora,
cuando trabaja o descansa...
Y ojalá que cuando sienta la música
le pase lo que me pasa:
que siento un algo aquí adentro
que me gobierna y me manda,
que me levanta el espíritu,
que me aliviana las tabas,
me hace gritar, tirar tiros...
¡y mi corazón se halla...!
Que cuando mire su tierra
tenga ganas de besarla
porque la sabe su madre
y quiere darle las gracias,
porque fue en ese regazo
que consiguió la prestancia
de andar con las uñas sucias
pero tener limpia el alma.
Que cuando encuentre un amigo,
sea un amigo del alma,
porque han de ser hermanados
en las buenas y en las malas.
Y si elige compañera,
más que linda que sea guapa,
y si se dan las dos cosas,
mejor, ¡más linda mi Patria

Letra y música de Julián Zini

miércoles, 23 de marzo de 2011

Juicios por la verdad y mafia judia



Algunos parrafos esclarecedores.

"El jueves 13 de diciembre al atardecer fue condecorado el Dr. Carlos Rozanski con el premio de DDHH por su "meritoria labor en la promoción y defensa de los derechos humanos": en el Salón Auditorio "Jorge Luis Borges" de la Biblioteca Nacional, Agüero 2502. En el acto Rozanski fue alabado por haber sido el ejecutor de la condena a reclusión perpetua del R.P. Christian von Wernich, siendo el primer caso de un juez argentino que es condecorado por el pronunciamiento de una sentencia. Rozanski presidió el Tribunal I de La Plata que juzgó y condenó al ex comisario Miguel Etchecolatz y al citado capellán "por sus responsabilidades en el "genocidio" que se le atribuye a la última "dictadura militar argentina".

"Fundada en 1843, B'nai B'rith Internacional es reconocida universalmente como una de las más grandes y antiguas organizaciones judías "humanitarias, de acción social y derechos humanos. Fuente constante de innovación y beneficencia para las poblaciones de todo el mundo, B'nai B'rith es defensor incansable del Estado de Israel y de la judería mundial con una gran variedad de áreas políticas y gubernamentales. Con más de 180.000 miembros y afíliados en más de 50 países, "B'nai B'rith realmente abarca el globo en su esfuerzo por hacer que las comunidades judías sean mejores para todos sus habitantes".
B´nai B´rith, considerada por muchos como la más operativa asamblea judía, se define a sí misma como una "organización comprometida con la seguridad y continuidad del Pueblo Judío y el Estado de Israel. Ahora decidida "defensora de los derechos humanos" [no de los palestinos], definen sus estatutos que "combate el racismo, el antisemitismo y la ignorancia" y presta "servicios a la comunidad bajo los más amplios principios de la humanidad". Su misión es unir a los judíos y realzar su identidad a través del fortalecimiento de la vida familiar y la educación de la juventud, de servicios para la tercera edad y la defensa de los judíos en todo el mundo".

"Y allí aparece la figura de los jueces complacientes, como el Dr Carlos Rozanski, galardonado por la B'nai B'rith Internacional, el juez —no católico ni consustanciado con los valores de la nacionalidad argentina— que dictó sentencia contra Etchecolatz y Von Wernich condenando con el martillo de la injusticia más atroz —de espaldas al blasfemado Crucifijo que no simbolizaba nada en la sala de audiencias donde la horda se manifestaba entusiastamente por el linchamiento— sino que simplemente "decoraba" desfachatadamente su Tribunal patibulario.
Rigurosamente planificados, los "juicios de la verdad" son el abismo por donde se irán por el retrete las causas morales que sostuvieron los Soldados que combatieron al terrorismo que —justamente— planeaba la atomización de la Argentina en los años `70.
En todo caso —al menos— es la primera vez en la historia en la cual un juez es condecorado por la parte vencedora en un litigio. Y no le reprocho en modo alguno su judaísmo —porque lejos estamos de juzgar ligeramente a su credo— sino la axiomática carencia de escrúpulos morales y de ecuanimidad que lo inhabilitarían para ejercer la magistratura. De los hechos —hoy manifiestamente probados— se infiere la nulidad de todo lo actuado al quedar en evidencia el cohecho que se ejerció sobre el mismo y su participación al aceptar tan deleznable papel.
¿Acaso este no es el prevaricato más desfachatado jamás visto en los anales de la Justicia?"

Carlos Marcelo Shäferstein, en http://chiwulltun.blogspot.com/2011/03/b-nai-brith-y-los-baches-de-la-justicia.html?spref=fb

martes, 22 de marzo de 2011

En la semana de la “memoria”:


HOMENAJE A HERMINDO LUNA, Y EN ÉL, A TODOS LOS QUE PELEARON, EN LAS CIUDADES Y EN LOS MONTES, EN LA GUERRA JUSTA CONTRA LA SUBVERSIÓN MARXISTA

AL SOLDADO HERMINDO LUNA

Por el coraje macho de la raza,
que estalló en tu carne ensangrentada,
gritaste ¡no me rindo! y en ese instante,
fuiste hijo dilecto de la Patria.

Tape gaucho que la escuela de la vida,
te dio lo que a otros les faltaba,
criollo lindo saludo tu firmeza
¡si quedó chica en tu pecho la metralla!

Orgullo del vientre de tu madre,
que parió un hijo de tu fibra gaucha,
bendita sea por su amor sublime
y por la pena inmensa de su alma.

Orgullo del vientre de la Patria
que parió hijos para grandes causas,
del suelo que regaste con tu sangre,
brotarán mil lanzas de tacuara.

Hidalguía, honor, orgullo bravo
en viril escala de valores,
varón entero, digno de tu laya
señor en una tierra de señores.

Ruego a Dios que en su cielo de valientes,
te reciba con marciales clarinadas,
Por tu temple de héroe sin alardes,
sean tuyos los vítores y dianas.

Mi profundo respeto yo te ofrezco,
de varón, de argentino y de soldado,
consciente que tu muerte no merezco,
yo te saludo ¡hermano!

He de buscar en mí esas virtudes
y lucharé por ésta Tierra Amada,
entonces sí me llegaré a tu cielo,
¡Por Dios y por la Patria, Camarada!

(Poema escrito por el ex-Mayor de Infantería Luis Daniel De Urquiza)

Haciendo un poco de docencia, les vamos a recordar ahora a la caterva de “organismos de derechos humanos”, “hijos, madres y abuelas”, “artistas independientes”, “militantes políticos y sociales”, y otras yerbas, que participarán en los actos de estos días, miserables que se dicen “nacionales y populares”, quiénes fueron los actores aquella calurosa tarde de octubre de 1975.

Le refrescaremos la “memoria” al ex-cabito del Ejército y hoy delegado en Concordia de la Subsecretaría de Derechos Humanos de Entre Ríos, Rubén Bonelli. Como nos cambia la vida, profesor. Del gusto por los “verdes” y el “pelo corto”, al descubrimiento repentino de la ideología derechohumanista. Otro ejemplo patético de la lacra que siempre estuvo y estará mezclada dentro de las Fuerzas Armadas. Un payaso que confunde nacionalismo con liberalismo; que cita frases de Artigas, a la vez que defiende la causa de los putos. Nos gustaría preguntarle, entre otras cosas, cuándo el gran caudillo oriental se pronunció a favor de los maricones. Pero volvamos a 1975.

En la tarde del domingo 5 de octubre de 1975, la organización subversiva Montoneros intentó el copamiento del Regimiento 29 de Monte de Formosa, contando con la ayuda del traidor conscripto Luis Roberto Mayol. El conscripto Hermindo Luna, en uno de los puestos de guardia, fue intimado: “Rendite NEGRO, que con vos no es la cosa” (¡sí, los jóvenes idealistas, en su mayoría de clase media acomodada, discriminaban por el color de piel!). Pero la respuesta del Negro Luna, fusil en mano, fue: “Aquí no se rinde nadie, mierda”.

Los Montoneros dejaron un total de 16 muertos en el cuartel, incluyendo al soldado entregador, el santafesino Mayol, estudiante de Derecho. El Ejército Argentino debió lamentar las muertes, además de la de Hermindo Luna, del Subteniente Ricardo Eduardo Massaferro, el Sargento Ayudante Víctor Sanabria, y los Soldados Conscriptos Dante Salvatierra, Tomás Sánchez, Ismael Sánchez, Antonio Ramón Arrieta, José Mercedes Coronel, Edmundo Roberto Sosa, Heriberto Dávalos, Alberto Villalba y Marcelino Torales.

Al día siguiente del ataque, el Gobierno, provisionalmente a cargo del presidente del Senado Italo Luder, firmó los decretos 2770, 2771 y 2772 que ordenaban a las Fuerzas Armadas y de Seguridad “ejecutar las operaciones necesarias a efectos de aniquilar el accionar de los elementos subversivos en todo el territorio nacional”.

Hermindo tenía 20 años y era hijo único. Había entrado al Servicio Militar sin siquiera saber leer ni escribir, porque este tape gaucho sólo sabía del monte y de hachar quebracho al sol con 40 grados de calor. El sentido común le bastó y sobró para ser un argentino bien nacido y saber de que lado debía combatir. Sus padres fueron a retirar el cuerpo de luto y descalzos, porque eran gente muy pobre de un paraje del interior de Formosa. No tenían nada, excepto a su hijo, y se lo obsequiaron a la Patria. De más está decir que las suculentas indemnizaciones que recibieron otros no los alcanzaron a ellos.

La contracara de la historia fue el soldadito entregador Mayol. Los malos libros pudren a fondo, decía el Padre Castellani, y al desdichado conscripto más le hubiese valido ser analfabeto. Pero eligió seguir el camino de los apátridas de melena y barba, émulos del Che Guevara, extraviados por una ideología completamente ajena a nuestra esencia y origen. He aquí un ejemplo más, "nacionales y populares", de que no fue el pueblo humilde y sencillo –que más bien les dio la espalda– el que nutrió las bandas de delincuentes subversivos que atacaron a la Patria con apoyo extranjero en los ’60 y los ’70.
HERMINDO LUNA ¡¡¡PRESENTE!!!



lunes, 21 de marzo de 2011

La mafia judia en la Argentina II


Tomado de: http://centroculturalalejandroolmos.blogspot.com/2009_07_27_archive.html

Los nombres del poder

“Pilar clave del poder sionista local es el inmenso grupo surgido de la nada que controlan Eduardo Elsztain (su jefe) y Marcos Marcelo Mindlin (a quien el diario Crítica de Jorge Lanata ha denunciado como uno de los principales lavadores de dinero, que operaba con el Banco JP Morgan). El imperio económico y financiero de Elsztain y Mindlin cuenta con la colaboración profesional y/o política de personajes cuyos nombres son bien conocidos entre nosotros. Ellos son: Mario Blejer (ex presidente del Banco Central durante 2002/2003 designado por Eduardo Duhalde, le otorgó al Banco Hipotecario de Elsztain y Mindlin un redescuento por 300 millones de dólares que, al momento de editarse el libro de Spollansky –2008- aún no habían sido devueltos), el rabino Tzvi Grumblat (jefe espiritual en la Argentina de la secta religiosa fundamentalista Jabad Lubavitch, uno de cuyos “benefactores” notables es Elsztain), Roberto Apelbaum (“fue nombrado por Mauricio Macri en el Instituto de la Vivienda y sirvió de puente entre Elsztain y Macri”, en pág. 102), Andrés Borestein, Emilio Cárdenas (ex embajador de Menem en la ONU , menemista de paladar negro y luego síndico de IRSA), Juan Cavanagh, Esteban Conte Grand, Miguel Kigel (ex subsecretario del Ministerio de Economía y, a los pocos meses, presidente del Banco Hipotecario de Elsztain y Mindlin), Alfredo Mac Laughlin (secretario de Finanzas de Felisa Miceli, presidencia de Néstor Kirchner), Samuel Liberman, Julio Augusto Macchi (Bolsa de Comercio), Uriel O’Farrel, Martín Paolantonio, Abraham Perelman, Juan Carlos Quintana Terán, Pablo Espartaco Rojo (ex representante del Estado ante el Banco Hipotecario, y poco después director del mismo banco), Felisa Miceli (ex ministra de Economía y tesorera de las Madres de Plaza de Mayo), Gaset Waidatt, Sergio Soldati, Saúl Zang (titular de un Estudio Jurídico conectado al “establishment” y socio del Estudio Simpson,Thatcher y Bart Lett LLP de Nueva York), Marcelo Stubrin (socio de Elsztain, ex diputado nacional del radicalismo, “hizo de puente para la vinculación de la mafia Elsztain con la Coalición Cívica de Lilita Carrió, según denuncia del diputado Macaluse”, en pág 127), Arturo T. Acevedo, Jorge Aguado (ex gobernador de Buenos Aires durante la dictadura militar), Julio Aisenstein, Pablo Aladazábal, Jorge José Álvarez, Roberto Álvarez, Federico Braun, Jorge Brito (presidente de la Asociación de Bancos Privados de la República Argentina , destacado financista de las campañas políticas de Carlos Menem y actual banquero de confianza del matrimonio Kirchner), Enrique Bullrich (de la Cámara de Rematadores de la Bolsa ), Horacio Fargosi (jurista), Guillermo Gainza Paz, Rodolfo García Piñeiro, Jorge A. Levy, Eduardo Santamarina, Adrián Werthein (Bolsa de Comercio, La Caja de ahorro y seguros, etc.), y dos centenares más de conocidos empresarios, abogados y economistas.”
“El grupo Elsztain-Mindlin domina en conjunto nada menos que el Banco Hipotecario Nacional (privatizado por Menem-Cavallo-Kigel-Rojo casi gratuitamente a favor del grupo) con sus decenas de empresas controladas, la Bolsa de Comercio de Buenos Aires; las sociedades de Bolsa Dolfhind Fund, IFISA, Raymond James Argentina SA y APSA; el Banco de Crédito y Securitización, la Caja de Ahorro (hoy La Caja SA ); los “shoppings” Alto Palermo, Abasto y Buenos Aires Design Center; los Talleres Rosario; los hoteles Holliday Inn, Intercontinental, Llao-Llao y el Libertador Kempinsky; los edificios Torre Telecom, Palacio Alcorta, Renault, “El Rulero” de Libertador y 9 de Julio, Prourban, Pirelli y muchos más en el centro de Buenos Aires y otras ciudades, que totalizan 1.681.900 metros cuadrados de construcción; las empresas de electricidad Citele, Edenor SA, Los Nihuiles SA, Diamante SA, Central Térmica Güemes SA, Powerco SA, Central Puerto SA, Pampa Energía SA y Transener SA; los grupos de inversión Inversora Nihuiles SA, Rental Farms SA, CAM SA, Cactus Feeders SA y Consultores ASSET Management SA. ”
“La principal empresa del grupo Elsztain.-Mindlin es Cresud SA, propietaria, al año 2000, de 468.000 hectáreas en la pampa húmeda y 170.000 cabezas de ganado vacuno. En Brasil, asociada con Cyrela en la compañía Brazil Realty, poseía inversiones en “shopings” por 261 millones de dólares y se apresta a invertir en Goiás y el Matto Grosso. En Venezuela, asociada al grupo Valentini, invirtió 300 millones de dólares en inmuebles. Para todas estas inversiones George Soros les consiguió dinero en el mercado global de capitales.”
“A Eduardo Elsztain lo apoya desde EE. UU. Edgard Bronfman, dueño de Seagram y de Universal, ex vicepresidente de Vivendi Universal, ex CEO de Warner Music Group y ex presidente del Congreso Judío Mundial del cual Elsztain es tesorero en la Argentina (nombrado por Bronfman).” “La mafia judía”, de Fabián Spollansky (Ed. Rubin, San Juan 2008).
Reginald McKenna, miembro de la Cámara de los Comunes; dio un ejemplar discurso en el Midland Bank, en enero 1924. “Me temo que al hombre de la calle no le gustará saber que los bancos pueden crear y de hecho crean dinero. El volumen de dinero en existencia varía solamente con la acción de los bancos aumentando y reduciendo sus préstamos. Cada préstamo o cuenta en descubierto crea dinero. Y los que controlan el crédito de una nación, dirigen la política de su gobierno y tienen en sus manos el destino del pueblo”.
Este gobierno, no el de Menem, ni el de De la Rúa, reprivatizó las mayores reservas de petróleo que le quedaban al país a Panamerican Energy. Pero, en la teoría del posibilismo (refiérase al que se hace lo que se puede dentro de los límites existentes y no vale la pena intentar ir más allá) se acuñó uno de los máximos modernismos de la política nacional: la “nacionalización”. Bajo esta confusa, parte de YPF en manos de Repsol fue comprada, bajo la tutela directa del gobierno, por Enrique Esquenazi. Sucede que en los ‘90 la contradicción era Estado vs. Privatizadas, pero como no volvimos a esa década infame, fuimos a…la argentinización, y esto vendría a explicarse como dólares socialistas, que son los que supuestamente pone un argentino, más humanizados que los dólares de esas potencias imperialistas que quieren desestabilizar al gobierno popular. Es una partida nueva de dólares que, para los posibilistas, en vez de la cara de Benjamín Franklin tiene el busto de Fidel.
No, los mismos socios de Douglas Tompkins en sus tierras en Patagonia, son socios de George Soros en Quantum Fund, como Sir James Goldsmith (Saint James Capital Market). Y los Goldsmith no sólo son socios de los Rothschild desde 1793, cuando el joven Nathan Rothschild llegó de Francfort a Londres, además iniciaron el tema de la “ecología” como ideología cuando Teddy Goldsmith – hermano de Sir James - fundó la revista “The Ecologist” en 1970 y se asoció a los príncipes Felipe de Edimburgo y Bernardo de Holanda en “World Wildlife Fund”, un “peso pesado” de la ecología mundial.

Carlos Marcelo Shaferstein

La mafia judia en la Argentina I



Circula en Internet un correo electronico en el que leemos esto:

"Cristina Elisabet Fernández Wilhelm, siendo hija de vientre judío, es judía.
Ezquenazi, Werthein, Elztain, Mindlin, Grobocopatel, Kunkel, Vervitsky, Capitanich, Alperovich, Fellner, Larcher, Manusovich, Scioli y una larga lista de quienes siendo hebreos ahogan sistemáticamente a los sectores productivos del país y se encaminan hacia la hegemonía, habiéndose ya apoderado de segmentos estratégicos que van desde el Banco Hipotecario y los seguros (Elztain - Werthein), hasta los recursos energéticos (Ezquenazi-Werthein-Mindlin), pasando por las comunicaciones (Werthein), los negocios agroindustriales (Werthein - Ezquenazi - Grobocopatel), las importaciones masivas de China (Werthein) y el apoderamiento de tierras fiscales o campos hipotecados.
Y atando cabos, comenzamos a entender porqué tanto odio a la Iglesia, el odio a los militares, el odio al campo, el odio a la clase media y el odio a todo aquel que les pueda descubrir (e impedir) el juego.
Además y para completar la idea... no todos saben que los judíos velan a sus muertos a "CAJON CERRADO"...es esta otra coincidencia???, no explica algún velatorio reciente esto???, se lo pregunto ?
Esto no es una simple anécdota. Esto demuestra que gente de buen nivel intelectual (como Ud.), desconoce o no quiere conocer, sobre quiénes 'supuestamente' lo van a representar. Este desinterés en cuestiones de fondo explica la crisis que vivimos y la que se nos viene:
Tenemos una judía de Presidente, que instaló la judería local, con la ayuda de la judería internacional, para mal de todos.
La independencia está en NOSOTROS, la Nación Argentina , la Criolla.
Es bueno saber a lo que nos tenemos que atener.
Y AHORA COMO MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES A TIMERMANN!!!!"

Para pensarlo.

domingo, 20 de marzo de 2011

Diez Olvidos (de los zurdos)


Por Antonio Caponnetto

No pasa día —en rigor, no pasa hora— sin que desde todos los medios masivos a su disposición, las izquierdas gobernantes y cogobernantes vuelvan una y otra vez sobre la condena del Proceso y de la Guerra Antisubversiva. Como tampoco pasa una hora sin que desde alguna instancia más o menos jurídica, nacional o transnacional se intente o se ejecute una nueva estrategia para mantener a los presuntos o reales represores de la guerrilla en permanente estado de acusación. Las respuestas y las reacciones que se suscitan ante tal estado de cosas están lejos de ser satisfactorias. Empezando por las respuestas de los jefes castrenses, que han optado entre entregarse sin combatir, a expensas de su honor, asociarse vergonzosamente al enemigo sirviéndole de guardia pretoriana o de embajadores, o proferir discursos pacifistas. El resultado es una confusión tan multiforme, una mentira tan honda y una falsificación tan sistemática de la historia, que nos parece oportuno presentar la siguiente enunciación de olvidos:

1.- Se ha olvidado, en primer lugar, la existencia del Comunismo Internacional, con su secuela de cien millones de muertos durante el siglo XX. La cifra no es arbitraria, ni retórica ni antojadiza. Es el resultado de un cálculo científico, corroborado tras prolijas y actualizadas investigaciones de carácter demográfico, en una voluminosa obra escrita por seis autores insospechados de antimarxismo: El libro negro del Comunismo, Barcelona, Planeta-Espasa, 1998, en su versión castellana.
Los profesionales de la protesta antigenocida, tan prontos a blandir cantidades más emblemáticas y falsas que reales, (como las de los seis millones del Holocausto o la de los treinta mil desaparecidos), no han dicho una sola palabra a propósito de tan monstruosa constatación. Entre el 12 y 14 de junio de 2000, en Vilnus, Lituania, tuvo lugar el Primer Congreso Internacional sobre la Evaluación de los Crímenes del Comunismo (CIECC), organizado por la Fundación de Investigación de Crímenes Comunistas presidida por Vytas Miliauskas. No se ha visto ni se verá jamás allí a representante alguno de las agrupaciones defensoras de los derechos humanos, ni al juez Garzón y sus múltiples secuaces nativos y foráneos. Con lo que se constata una vez más —sin que haga falta— que los invocados derechos no son más que un recurso dialéctico de la Revolución, y que las tales agrupaciones que los invocan no han nacido sino para custodiar los intereses de la praxis marxista. Lo cual —pongámonos de acuerdo— no sería incoherente ni lo más grave si no mediara el hecho de que los mencionados ideólogos y agitadores insisten en presentarse como pacíficos ciudadanos preocupados por cualquier atentado de lesa humanidad.


2.- Se ha olvidado, en segundo lugar, que al amparo de aquella estructura ideológico-homicida apa­reció en la Argentina el fenómeno del terrorismo marxista, responsable de innúmeros actos delictivos y sanguinarios, y causa eficiente de la guerra revolucionaria, a la que toda Nación así agredida está obligada a enfrentar, aún con el concurso de sus Fuerzas Armadas. No fue un hecho aislado ni eventual ni azaroso ocurrido en nuestro país; fue parte de una planificada y cruenta operación extendida —sucesiva y simultáneamente— por toda América y por otras regiones del mundo. La Argentina no vi­vió una guerra civil. Fue agredida desde las usinas internacionales del marxismo con el concurso de subversivos vernáculos.

3.- Se ha olvidado, en tercer lugar, que el susodicho terrorismo no fue sólo ni principalmente físico, sino psicológico, político, económico y moral, buscando como blanco antes las almas que las armas. El término subversión —hoy olvidado— da una idea exacta, en recta semántica, de lo que aquella planificada ofensiva comunista quería conseguir y consiguió. El terrorismo resultó derrotado, pero la subversión campea victoriosa, gobierna y justifica y legitima ahora a los terroristas. Este triunfo subversivo —que está instalado en todos los ámbitos, desde el universitario hasta el eclesiástico, desde el periodístico hasta el gubernamental— fue consecuencia directa de la imperdonable ceguera e ignorancia doctrinal de las Fuerzas Armadas, a través de sus sucesivas conducciones, partícipes todas de la cosmovisión liberal, progresista y moderna de la política. Prefirieron proclamar que los argentinos eran derechos y humanos —pagando tributo a las categorías mentales del enemigo— cuando lo que correspondía era saber definirse contrarrevolucionarios. Prefirieron tener por fin la democracia antes que la patria. La paradoja es que los titulares de aquellos gobiernos militares, miopes y cómplices del error no son enjuiciados ni castigados, como debieran serlo, por causa de esta derrota contra la subversión, sino en razón de su victoria contra el terrorismo.

4.- Se ha olvidado, en cuarto lugar, que tanto la subversión como el terrorismo contaron con el apoyo explícito e incondicional de las genéricamente llamadas agrupaciones internacionales de solidaridad. Principalmente de la célula Madres de Plaza de Mayo, cuyas integrantes —que manejan ahora hasta el funcionamiento de una “universidad”, y que han sido insensatamente promovidas, homenajeadas y hasta recibidas en los ámbitos presidenciales— no dejan posibilidad alguna de duda sobre sus propósitos a favor de la lucha armada. Tampoco esto nos parece incoherente o lo más grave, sino el hecho de que se pretenda presentar a las Madres como modelos de la defensa de la vida y de la libertad. Hay que decirlo de una buena vez: Madres, Abuelas e Hijos son tres agrupaciones terroristas que gozan de impunidad, y hasta cuentan en algunos casos con subsidios estatales, llamados eufemísticamente indemnizaciones.
Si las cosas se hubieran hecho bien, si una inteligencia cristiana hubiera comandado aquellas acciones bélicas, y una voluntad auténticamente castrense las hubiera consumado, no habrían existido desaparecidos sino ajusticiados, como consecuencia de una límpida, pública y responsable acción punitiva. Es posible, se dirá, que las Madres de Plaza de Mayo hubieran existido igual sin desaparecidos, pues su propósito institucional —quedó después en claro— no era recuperarlos sino apoyarlos y encubrirlos, desde la apelación a lo emocional hasta el uso de las armas. Pero si quienes libraron la guerra justa con­tra la subversión se hubieran abstenido de utilizar algunos de los mismos procedimientos perver­sos del adversario, su triunfo moral sobre ellos sería hoy apabullante e incuestionable.


5.- Se ha olvidado, en quinto lugar, que los soldados argentinos que combatieron en la ciudad o en los montes, bajo las formas más o menos clásicas de la guerra o las atípicas que el partisanismo impone, perdiendo por ello sus vidas o arriesgándose a perderlas, merecen la gratitud y el aplauso, el trato heroico y el reconocimiento de su valor. Ellos y sus familias vivieron múltiples peripecias y situaciones de riesgo, hasta que —muchos— cayeron en combate o quedaron gravemente mutilados. Libraron el buen combate sin ensuciar sus uniformes ni sus conductas. Sus nombres y los de las batallas en las que actuaron no pueden ser suprimidos de la memoria nacional, como vilmente viene sucediendo.

6.- Se ha olvidado, en sexto lugar, que no toda acción represiva es inmoral, y que aún del hecho de una represión ilícita no se sigue la inocencia de quienes la hayan padecido. Ambas cosas sucedieron en nuestro país. Hubo una represión del terrorismo perfectamente legítima y encuadrable dentro de los cánones de la guerra justa. Y hubo una represión —aconsejada por los eternos asesores de imagen que continuamente proporciona el poder mundial para estas ocasiones— que violó las normas éticas, siempre vigentes, aún en tiempos de conflagración, desnaturalizando aquella contienda y enlodando a quienes la ordenaban. Mas por enorme que resulte el repudio a aquel modo torcido de reprimir el accionar terrorista, ello no convierte en inocentes a todos aquellos sobre los cuales se ejecutó, ni en torturadores a todos aquellos militares que pelearon. Sin mengua de que hayan podido resultar lesionados algunos inocentes, hubo culpables reprimidos lícitamente y culpables reprimidos ilícitamente. Pero lo más penoso, es que hubo grandes culpables protegidos. Después, y hasta hoy, ocuparían los cargos más encumbrados del Estado. Muchos altos jefes de las FF.AA. deberían responder por esta altísima traición a la patria.

7.- Se ha olvidado, en séptimo lugar, que no existió ninguna dictadura militar ni ningún genoci­dio. Debió existir la primera —posibilidad prevista en la vida política de una nación y en las formas gubernamentales de emergencia en tiempos de anarquía— como respuesta necesaria y oportuna a la situación extraordinaria que se vivía entonces. Contrariamente, las sucesivas cúpulas castrenses procesistas se declararon en pro de “una democracia moderna, eficiente y estable”, y se comportaron como una variante más del Régimen: la del partido militar. Hasta que trasladaron mansamente el poder al más conocido picapleitos del sanguinario jefe erpiano. La imagen de Bignone entregando satisfecho el mando a Alfonsín, defensor de Santucho, es el símbolo más elocuente de la inexistencia de dictadura castrense alguna, y la prueba más patética de la existencia de una connivencia oprobiosa entre aquellas mencionadas cúpulas procesistas y los mandos subversivos.
Así como no hubo dictadura no hubo genocidio, pues muertos por procedimientos lícitos o ilícitos, los guerrilleros abatidos no fueron perseguidos por cuestiones raciales o étnicas, sino por constituir un ejército invasor, de raigambre internacionalista, durante una contienda iniciada formalmente por ellos. Todas las comparaciones que se hacen entre el Proceso y el Nacionalsocialismo, resultan ridiculas, falaces, desproporcionadas y carentes de sustento. Tanto por la falsificación que comporta de los hechos argentinos como por la exageración de los hechos ocurridos en la Alemania del Tercer Reich. La estú­pida analogía no es más que propaganda comunista para consumo de ignorantes y de mendaces.


8.- Se ha olvidado, en octavo lugar, que no hubo un terrorismo de Estado sino una cobardía de Estado; del Estado Liberal concretamente, incapaz de hacerse responsable —con nombres y apellidos al pie de las sentencias— de las sanciones penales públicas más drásticas, perfectamente aplicables en tiempos de guerra contra un invasor externo con apoyos nativos. Pero más allá de esta cobardía repudiable, no puede establecerse ninguna simetría entre el Estado agredido que justamente se defiende y preserva, y la acción disociadora de las células guerrilleras, que pretendían constituirse en un Estado dentro del Estado. Hubo acciones represivas del Estado Argentino perfectamente plausibles, como la intervención militar en Tucumán con el Operativo Independencia. Y otras medrosas e indignas, según las cuales, la clandestinidad y la “ofensiva por izquierda” eran preferibles a la reacción diestra y nítida.

9.- Se ha olvidado, en noveno lugar, que no existieron campos de concentración ni holocaustos de ninguna especie. En todo caso, tan mal pudieron pasarla los guerrilleros detenidos como los secuestrados en las cárceles del pueblo. Los casos de Larrabure e Ibarzábal seguirán siendo terriblemente paradigmáticos al respecto. La tortura es un procedimiento inmoral, aunque quepan algunas distinciones casuísticas sobre la aplicación de los castigos físicos. Mas no existe un determinismo que convierte a todo militar en un torturador, sino una naturaleza humana caída que puede degradar al hombre, cualquiera sea el bando al que pertenezca. La dialéctica que hace del militar un torturador y un secuestrador de criaturas y del guerrillero una víctima mansa e indefensa, no resiste la menor confrontación con la realidad y es parte constitutiva de una nueva y grosera leyenda negra. Pero también debe decirse que no toda medida de contención física de un delincuente es tortura, ni lo es todo interrogatorio de un culpable, y que resulta una hipocresía inadmisible escandalizarse por la falta de un trato humano después de habérselo negado a otros.


10.- Se ha olvidado, en décimo lugar, que no eran alegres utopías las que movilizaban a los cuadros guerrilleros sino un odio visible sostenido en una ideología intrínsecamente perversa. No eran tampoco desprotegidos y desguarnecidos corderos, a merced de una jauría desenfrenada de soldados, sino tropas fríamente adiestradas y entrenadas para matar y morir. Ninguna inocencia los caracterizaba. Ningún atenuante los alcanza. Secuestraron y maltrataron a sus víctimas horrorosamente; extorsionaron y se desempeñaron como victimarios de su propio pueblo; practicaron el sadismo entre sus mismos compañeros de lucha; tuvieron sus centros clandestinos de detención; arrojaron a muchos jóvenes y hasta adolescentes al combate, utilizando después sus muertes como propaganda partidaria y como argumentos sentimentales contra la represión. Y no se privaron de escudarse en sus propios hijos para propiciar sus fugas o para cubrirse en las refriegas, dejándolos abandonados en no pocas ocasiones. Esos hijos por los que hoy se reclama fueron, en algunos casos, abandonados por sus mismos padres, después de haberlos usado como coartada, tal como surge con toda claridad de muchas de las actuaciones judiciales respectivas. No todo hijo de desaparecido fue arrancado de sus padres, adulterado en su identidad y entregado en tenencia a una familia sustituía. Muchos fueron abandonados por la pareja de guerrilleros que eventualmente los tenía consigo o que los había engendrado. Y fueron recogidos, adoptados y criados con las mejores intenciones por abnegados ciudadanos o por solícitas familias castrenses.

Queden señalados esquemáticamente estos olvidos. No son los únicos sino los que conviene recor­dar en los duros momentos actuales. Queden señalados, porque recordar es un deber, y olvidar es una culpa. Queden señalados, porque sin la memoria intacta y alerta no se puede marchar al combate. Y el combate aún no ha terminado.

sábado, 19 de marzo de 2011

¿Por que el sufrimiento?


Por Mons. Richard Williamson

COMENTARIOS ELEISON 192 (19-III-2011)

El reciente movimiento de las placas tectónicas en la costa este de Japón, el cual causó en tierra el más grande terremoto que Japón ha vivido en años y a lo largo de su costa este, un maremoto completamente devastador, debe estar planteando en muchas mentes la clásica pregunta: si Dios existe, si es todopoderoso y bondadoso, ¿cómo puede permitir tanto sufrimiento humano? La respuesta clásica no es muy difícil en teoría, ¡por lo menos cuando uno no lo está sufriendo en carne propia!

Primeramente, el sufrimiento es en general un castigo por el pecado. Dios sí existe, el pecado sí lo ofende. El pecado lleva a las almas al Infierno mientras Dios las creó para el Cielo. Si el sufrimiento en la tierra pone freno al pecado y ayuda a las almas a escoger el Cielo, entonces Dios, que ciertamente tiene control sobre las placas tectónicas puede, no gustosamente, utilizarlas para castigar el pecado. Entonces ¿era la gente de Japón especialmente pecadora? Nuestro Señor nos dice que no debemos hacer esa pregunta, sino pensar en nuestros propios pecados y hacer penitencia, de otra manera "todos pereceréis igualmente" (Lucas XIII, 4). Muy probablemente hay Japoneses que hoy en día se preguntan si el materialismo y el confort al estilo Occidental son realmente de lo que se trata la vida.

En segundo lugar, el sufrimiento humano puede bien ser una advertencia para alejar a los hombres del mal y preservarlos del orgullo. En este momento todo el impío Oeste debería estar cuestionando su propio materialismo y bienestar. Por el cada día creciente porcentaje de terremotos y otros desastres naturales en todo el mundo durante los últimos años, el Señor Dios ciertamente está intentando atraer nuestra atención, tal vez en la esperanza de que no tenga que infligir sobre nosotros la "lluvia de fuego" mundial de la que fuimos prevenidos por su Madre en Akita (Japón) en 1973. Pero en estos momentos, ¿acaso no es muy probable que debido al sufrimiento por el que están pasando, los Japoneses se estén beneficiando más, a partir de este desastre, que el lejano Oeste? De hecho los países pueden considerarse afortunados de que pasan hoy en día por una muestra del Castigo que amenaza con venir.

En tercer lugar, Dios puede utilizar el sufrimiento humano para resaltar la virtud de sus siervos. Ese fue el caso con Job y con los mártires Cristianos de todos los tiempos. Puede ser que pocas personas Japonesas tienen hoy en día fe sobrenatural, pero si ellos se humillan ahora debajo de lo que pueden reconocer como la mano todopoderosa de Dios, ganarán méritos naturales y por lo menos en el plano natural le darán gloria. ¿Acaso no están edificando al mundo entero?

Finalmente, tenemos la respuesta que Dios da a Job, quien hasta el Capítulo 36 de su Libro aún no está satisfecho con ninguna explicación que él ni cualquier miembro de su familia o amigos han podido dar acerca de su sufrimiento. Parafraseo: "¿En dónde estabas, Job, cuando establecí las bases de la tierra? ¿Acaso diseñaste tú las placas tectónicas? ¿Quién crees que mantiene al océano normalmente dentro de sus límites y lo previene de inundar la tierra firme? ¿Realmente piensas que no tenía yo buenas razones para permitirle ahora inundar la costa noreste de Japón?" Ver el Libro de Job, Capítulos 38 y 39. Y Job por fin se rinde. El se encuentra satisfecho con la respuesta y confiesa que estaba equivocado al dudar de la sabiduría y bondad de Dios (Job 42, 1-7).

Hagamos nosotros mismos penitencia, estemos prevenidos por el desastre de Japón, y esperemos dar gloria a Dios en las pruebas por venir, reconociendo ante todo que ¡Solamente Dios es Dios!

Kyrie eleison

www.diariopregon.blogspot

viernes, 18 de marzo de 2011

Para reflexionar, recordar y recitar en las escuelas el “Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia”



La muerte de la Patria

Se nos murió la patria hace ya tiempo,
en la pequeña aldea.
Era una patria casi adolescente,
era una niña apenas.

La velamos muy pocos, un grupito,
de chicos de la escuela.
Para la mayoría de la gente,
era un día cualquiera.

Pusimos sobre el blanco guardapolvo,
las renegridas trenzas,
la Virgen de Luján y una redonda
y azul escarapela.

Unos hombres “muy sabios” opinaban:
fue mejor que muriera.
Era sólo una patria, nos decía,
la gente de la aldea.

Pero estábamos tristes. Esa patria
era la patria nuestra.
Es muy triste ser huérfano de patria,
luego nos dimos cuenta.

Jorge Armando Dragone

Lo que ningun progre-derechohumanista-descerebrado dira en esta nueva "Semana de Turismo" (otros le llaman de la Memoria)


LA MENTIRA DE LOS DESAPARECIDOS



por Antonio Caponnetto





Comentando los Mandamientos, Santo Tomás llega al octavo y nos explica que se puede mentir de tres modos diversos: acusando falsamente, acudiendo a testigos mentirosos y sentenciando injustamente mediante jueces inequitativos. Mienten los detractores que arrebatan el buen nombre, los que los escuchan complacientemente, los aduladores y murmuradores que se hacen eco de los embustes propagándolos por doquier, item susurratores, agrega el Aquinate, que es decir también los chismosos, a quienes maldice la Escritura porque "turban a muchos que viven en paz" (Eccli 28,15).

Abundando en ciencia y en prudencia, el Santo Doctor considera cuatro motivos por los cuales ha de ser reprobada toda patraña. Porque nos asemeja al demonio -mentiroso y padre de la mentira-, porque trae la perdición para el alma, porque desprestigia la fama y la honra, y porque hace imposible la vida social, ya que si los hombres no se dicen la verdad recíprocamente, la concordia entre ellos desaparece, y con ella la causa formal del orden comunitario.

Valga el introito para inteligir y evaluar el tema central que aquí presentamos. Porque la llamada cuestión de los desaparecidos no es sino una redonda y escandalosa impostura, a la que se le aplican todas y cada una de las atinadas observaciones de Santo Tomás.

-I-

Mentira Cuantitativa

Empieza por ser un fraude la cifra, puesto en evidencia con aritmética precisión, ya no en sesudos estudios críticos elaborados por quienes tienen legítimo interés en refutar la fábula, sino por los mismos autores de la misma. Los autotitulados organismos defensores de los derechos humanos, desde la vernácula Conadep hasta el europeo Farhenheit, pasando por la descomedida Amnesty, jamás han calculado ese número sino otro que –en las más abultadas de las conjeturas- no llega a su tercera parte. Y autores como Richard Gillespie, que no pueden ser acusados de parcialidad favorable a las Fuerzas Armadas, editan libremente sus conclusiones al respecto, sin sobrepasar el veinticinco por ciento del mítico guarismo.

No calculó 30 mil la actual Secretaría de Derechos Humanos, ni la Embajada de los Estados Unidos, ni la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, ni el Estado de Israel, cuando el 24 de septiembre de 2003 reconoció que los 2000 judíos desaparecidos conforman el 12% del total. Dato que revelaría, por un lado, que el total es entonces de 16.700, y por otro, que también en nuestro país funcionó el clásico maridaje entre el judaísmo y el marxismo.

Hay otro cálculo, a cuya cruda veracidad asimismo se le huye. Y es aquel, según el cual, cada indemnización estatal por desaparecido pudo alcanzar la cifra de 244.000 dólares, repartidos entre deudos, abogados y agrupaciones derecho humanistas. Como sucedió en el caso del Sr. Hagelin, en tiempos de De la Rua, siendo beneficiado aquél con la suma de 702 mil dólares, graciosamente repartidos con el abogado Aníbal Ibarra. Es el negocio del holocausto, como lo llamara para análogo caso el israelita Norman Finkelstein en su libro homónimo.

Imaginamos la objeción supuestamente humanitaria y nos aprestamos a responderla. Porque lo que aquí queda demostrado al certificarse la mendacidad de los dígitos, no es que treinta mil vidas valgan más que una, o que nueve mil homicidios sean menos graves que sus sucesivos múltiplos, sino que el marxismo miente a sabiendas, miente deliberada, pertinaz e impunemente, no sólo porque conoce el papel que juega el engaño en la guerra cultural, sino porque se tiene bien aprendida la estrategia de la imposición ideológica. Maniobra envolvente esta última, que necesita –para completar su enredo dialéctico y reduccionista- aquella malsana magia de la cifra de la que habla Sauvy, en virtud de la cual una vez sacralizada una algoritmia, la veneran sin hesitar los devotos del culto a la numerología, en clásica expresión de Sorokin. Tan útil resulta a las izquierdas este cuantitativo embuste, que el actual presidente Kirchner lo institucionalizó formal y públicamente, dirigiendo la palabra ante la mismísima ONU apenas asumido su mandato. Lo había hecho con anterioridad ya varias veces, pero la entidad del recinto que escuchaba su ceceoso alegato, le confiere a la indigna trufa del primer mandatario el carácter de una nueva historia oficial, huera de toda veracidad, como su antecesora liberal del siglo diecinueve.

No se ha medido aun suficientemente la gravedad de aquellas declaraciones del juez Alfredo Humberto Meade –hechas públicas el 15 de noviembre de 2002- según las cuales, y sorprendido vivo cuando el libelo Nunca Más lo apuntaba como desaparecido, reconoció pimpante el oprobioso fraude, pues era su modo de homenajear a los caídos, según dijo. Desenmascarado quedaba el repugnante truco del marxismo, por enésima vez. A la vista de todos se enseñoreaba la falacia, sabiéndose positivamente que el caso del usía felón era uno entre centenares, o quizás entre miles. Fue vana la evidencia para una sociedad envilecida que se nutre de sofismas, y mucho más para los multimediáticos artífices de la tramoya. La cifra quedó intacta y ganó fuerza. Podrá negarse la trinidad de Dios, el triple seis de la Bestia, la obvia decena del Decálogo u otros sagrados números. Quien niegue el invento de los treinta mil desaparecidos, sea anatema.

-II-

Mentira cualitativa

Fuera de su faz cuantitativa, la cuestión contiene otra estafa, ya no sobre el volumen de los desaparecidos sino sobre la naturaleza de los mismos.

No se dirá de ellos nada que defina su condición de victimarios; nada que señale su militancia terrorista, su inserción en la ofensiva guerrillera, sus actividades subversivas, sus enrolamientos crapulosos en un aparato comunista internacional. Antes bien, los eufemismos están a la orden del día y se multiplican con la imaginación de los propagandistas de la izquierda. Sea la sentimental y plebeya denominación de chicos, la científica calificación de utopistas o la técnica señalización de disidentes, van y vienen las elipsis idiomáticas, al solo objeto de escamotear lo que debería ser el punto vertebral de dilucidación: si los que resultaron desaparecidos eran culpables o no de integrar un ejército irregular de partisanos alzados contra la Nación. Si cometían o no sus actos depredadores con el apoyo logístico e ideológico de por los menos dos Estados Terroristas, el Cubano y el Soviético.

También aquí hemos de anticiparnos a una objeción previsible, y alzamos la voz firmemente para recordar que lo que diremos lo dijimos mientras ocurrían los hechos. Reos o inocentes no hay creaturas que merezcan el destino de desaparecidos; si lo último por razones manifiestas, si lo primero porque es legítimo el recurso a la pena de muerte, públicamente ejecutada y responsablemente decidida. Pero los subterfugios con que se adultera la identidad de los desaparecidos, no son para defender a los inocentes sino para reivindicar a los culpables. No para llorar a los inocuos sino para exculpar a los criminales.

Como en semejante materia –como en todo- es lógico que el sentido común reclama un lugar aunque se lo expulse intencionadamente, no han faltado reconocidos terroristas que se han negado a los disfraces semánticos. Desde Página 12, el 17 de marzo de 1991, nada menos que Fiermenich reconoció sentencioso: "habrá alguno que otro desaparecido que no tenía nada que ver, pero la inmensa mayoría eran militantes, [eran] hombres capaces de elegir su vida", y de hacer lo que hicieron "con conciencia, con pasión". "No hay derecho" –redondea el sicario- "a transformar en una estupidez todo eso". La estupidez, traduzcámoslo, es querer hacernos creer que murieron por error, damnificados por la intrínseca crueldad castrense. La estupidez, insistamos, es obligarnos a deducir que de la inmoralidad del procedimiento por el que alguien es forzado a desaparecer, se sigue la inculpabilidad del mismo o lo que es peor, su necesaria glorificación.

Ni fueron treinta mil, ni fueron necesariamente inocentes. Dos verdades que es necesario repetir hasta escandalizar; dos mentiras -las que nieguen estos asertos- que es necesario desenmascarar.

-III-

Mentira moral

Queda una tercer ámbito de análisis de esta delicada cuestión, ya no cuántico ni conceptual sino moral.

Creyeron muchos al principio, que quienes reclamaban los cuerpos de sus parientes, lo hacían asistidos del comprensible dolor, contritos ante el drama, contestes en que la guerra –por feroz que resulte- no puede avasallar el derecho natural de enterrar a los muertos. La comparación con la helénica Antígona se imponía casi espontáneamente, y allí estaba la obra de Marechal –Antígona Vélez- para recordarnos que la tragedia de Sófocles, aplicada a la patria argentina, reclamaba una cruz para los caídos de un lado y del otro, conforme a nuestras mejores tradiciones.

Pronto se supo –y quien no quiera saberlo hoy es un cómplice del mito rojo- que no era el rescate de cuerpos entrañables ni la erección de sepulcros con cruces, los móviles de aquellas feroces reclamantes. No era la voz de la heroína sofocleana que, en pleno paganismo, le impetraba evangélicamente al tirano Creonte, "no nací para compartir el odio sino el amor". Era exactamente lo contrario. Era el grito soez de un odio destemplado y rencoroso, la manipulación del luto, internacionalmente financiado, el impiadoso uso de cadáveres que se arrojaban al rostro del enemigo como si fueran balas, la expresión inequívoca y explícita de que aquellas furias sólo querían continuar desatando la insurrección marxista. De cien maneras diversas, a cuál más chabacana y gruesa, lo ha dicho la señora Bonafini en los últimos cinco lustros; y ha ido tan lejos en su monstruosa verborragia vindicativa, que no pocos de sus admiradores creyeron oportuno tomar alguna distancia pública. Excepto quien funge hoy de presidente, que se ha declarado su hijo.

Madres, Abuelas, Hijos, y un sinfín de grupos solidaristas afines, responden a una estrategia perfectamente diseñada de instrumentación de la sensibilidad colectiva, cuyos subsidios suculentos han sido y son proporcionados por fundaciones capitalistas, amén del apoyo recibido por el mismísimo Departamento de Estado de los Estados Unidos, tal como lo reconoció -entre otros- Julio Santucho, en su libro Los últimos guevaristas. La cuestión de los desaparecidos entonces –así como la esgrimen quienes se arrogan su entera representatividad- está en las antípodas de encarnar el prevalecimiento del derecho natural. Contrario sensu, reivindica para sí una jurisprudencia cuyo norte no es la justicia sino la venganza, no la ecuanimidad sino el encono, el revanchismo y el desquite inmisericordioso. Es la suya la ley de la peor clase de iracundos: la de quienes no se aplacan ni perdonan ni olvidan, y viven sombríamente masticando su rabia, sus maldiciones y sus agravios, gozando con la destrucción de sus oponentes. Con razón San Pablo les decía a los Efesios "si se enojan no pequen", porque no es lo mismo la santa ira que la cólera movida por los demonios.

-IV-

La impostergable verdad

Mentira cuantitativa, conceptual y moral ésta de los desaparecidos.

Mentira –y vuélvase a las palabras de Santo Tomás con que empezamos- que cuenta para su afianzamiento con falsos acusadores y jueces facciosos, con arrebatadores profesionales del buen nombre y chismosos de todo jaez, con profesionales del ardid inescrupuloso solventados por Fundaciones norteamericanas y otras colaterales de la Revolución Permanente. Tal vez se entienda ahora –desde esta perspectiva teológica que nos ofrece el Doctor Angélico- porqué la sociedad argentina vive en tensión y en discordia. Difícilmente se pueda vivir de otro modo cuando se le niega su lugar preeminente a la virtud de la veracidad.

Ante tal estado de cosas es necesario salir al ruedo para llamar a los hechos y a las personas por sus nombres. De un modo nada complaciente, tanto para fustigar a los responsables de las desapariciones como para los encanallecidos embusteros que han hecho de ellas un dogma de fe. Defendiendo lo defendible –la guerra justa librada por las Fuerzas Armadas contra el marxismo- y condenando lo que la conciencia cristiana no puede sino reprobar. Abundando en detalles históricos que la amnesia intencional provocada por las izquierdas, hace hoy imposibles de recordar.

Detalles, por ejemplo, como los que emergen de la jurisprudencia utilizada habitualmente para calificar a los militares de autores de crímenes de lesa humanidad. Tanto de los pliegos respectivos de la Amnesty como los de la Corte Penal Internacional, surge la probanza de que la tipificación de un crimen de lesa humanidad, requiere la juntura de requisitos perfectamente aplicables a las acciones de la guerrilla, incluyendo el que sostiene que tales homicidios, para ser rotulados como tales, "tienen que haberse cometido de conformidad con la política de un Estado o de una organización". Más de un Estado Comunista apoyó y dirigió las operaciones marxistas. Más de una organización nativa, americana e internacional respaldó sus operaciones bélicas y políticas.

-V-

Por siempre

Pero mientras gobiernan los Montoneros, y los remozados e impunes subversivos ocupan las calles, los foros, las plazas, los estratos oficiales y los oficiosos; mientras los massmedia se regodean con su módico Nüremberg local y casero, hay otros que ya no pueden hacerse presentes y cuyo recuerdo quisieran borrar por decreto de la memoria patria. Son los ilustres caídos en la guerra justa contra el Marxismo Internacional. Los guerreros cabales que se batieron en el monte y en la selva o en los laberintos urbanos donde se escondían y acechaban los asesinos terroristas. Los combatientes reales, los que tuvieron la suerte de enfrentarse con uniforme y bandera desplegada, o aquellos otros que hubieron de hacerlo -como en toda guerra no convencional- yendo y viniendo cual un ejército de sombras. Porque sólo el cómplice o el necio puede creer que al terrorista agazapado, camuflado y mimetizado con la población normal, se lo debe atrapar con la chapa identificatoria a la vista y previo aviso de allanamiento.

Los que cayeron a campo abierto, o pateando esas guaridas inmundas desde las que se planeaba y ejecutaba a diario el asalto contra la Nación. Los que tuvieron que luchar no únicamente contra los guerrilleros, sino contra la soledad del mando cuando los más altos responsables no estampaban sus firmas al pie de sus órdenes o sentencias, ni procedían como era éticamente exigible. Los que se enfrentaron, junto con las balas enemigas, con la pequeñez de los amigos, las defecciones de las cúpulas castrenses, las deserciones de los flojos, las inmoralidades de los «propia tropa», las angustias de los subalternos, las demencias de los oportunistas, y pese a todo, salieron limpios y rectos sin renunciar ala Fe en la causa por la que se combatía. Los soldados sorprendidos en la vigilia o en el sueño, en la puerta abatida a empellones de una «cárcel del pueblo» o en la conducción de una patrulla en Tucumán, «arma al brazo y en lo alto las estrellas». Los que cada noche se despedían de sus hogares sin saber si regresarían al alba, mientras dormían amparados por la seguridad que les daba tales operativos, muchos, muchísimos de los miserables que ahora levantan el dedo acusador. Los que sobrevivieron -heridos, mutilados, presos, nunca como antes- y que han sido ensuciados por la pasquinería amarilla, sin derecho a réplica, y deben explicarle ahora a sus hijos y nietos quiénes han sido realmente los verdugos de la argentinidad.

Todos ellos y tanto más, han muerto y han peleado por la auténtica grandeza argentina. No dieron sus vidas, como dicen algunos que así creen homenajearlos o poder llamarse "amigos y familiares", para que ahora «disfrutemos de esta paz, de esta libertad, de esta democracia». Ofende sus recuerdos el sólo pronunciar tamaños disparates. Cayeron y pelearon por lo Eterno y lo Permanente. Cayeron y pelearon por la Cruz y la Bandera Azul y Blanca. Cayeron y pelearon por Dios y por la Patria. Por eso- y que tomen nota los criminales de guerra que hoy gobiernan- su lucha no ha concluido. Alguna vez volverá la verdad por sus fueros conculcados. Alguna vez, el Dios de los Ejércitos, hará caer sobre esta tierra cautiva y mancillada, la bendición de su santa y justiciera ira. Entonces, será la victoria pendiente. Una victoria exacta, límpida, rotunda y clara. Por siempre.

jueves, 17 de marzo de 2011

18 de marzo de 1830 - Nacimiento de Numa Denis Fustel de Coulanges


"...escribió La Ciudad Antigua en 1864 y la publico al año siguiente. Es uno de esos libros que pueden ser llamados clásicos porque desafían el tiempo y parecen no plegarse a la ley del envejecimiento. Cualquiera sean los aportes de la moderna historiografía, la obra de Fustel tiene el carácter de una "visión" y, como tal, escapa a las injurias de las ultimas palabras en la materia con respecto a lo que caduca y desaparece.
De el es también la observación que puede servir de principio a su inteligente historia de La Ciudad Antigua: el hombre no obedece al hombre y ,cuando sigue la autoridad, cree obedecer a los preceptos de Dios o de los dioses.
Fustel de Coulanges era un "bon maitre" porque supo examinar los hechos historicos en la raiz de sus motivaciones mas profundas y extraer de ellos verdaderas razones para comprenderlos y amarlos. Comprender y amar la antiguedad greco-latina es para nosotros tomar razon de un patriotismo que nos lleva directamente a los origenes. Fue en la ciudad antigua donde se acuño el valor universal de nuestra civilizacion, porque la Iglesia Romana extrajo de alli los instrumentos nocionales que sirvieron de apoyo a la propagacion de la verdad revelada. Me refiero precisamente a la filosofia griega y al derecho romano, sin cuya influencia en la teologia y en la convivencia politica, no hubiera podido trascender el cerco racial de la predicacion hebrea".

Ruben Calderon Bouchet. Estudio Preliminar a La Ciudad Antigua.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Un Gobierno de Asesinos


Por Antonio Caponnetto


En vísperas de la Nochebuena del 2010, exactamente el pasado 23 de diciembre, tuvo lugar en la estación de Constitución uno de esos tristes episodios a los que ya estamos dolorosamente acostumbrados, y que la ignorancia o la complicidad periodística, si es de “derechas”, suele calificar de actos de vandalismo, mientras el resto prefiere hablar de protesta política. En ambos casos, el verdadero rostro del caos programado, que es la guerra social, pasa al olvido y se oculta, para que la ciudadanía continúe sin advertir la auténtica naturaleza del mal que nos está engullendo por culpa de este gobierno homicida.
La breve secuencia de los hechos es la siguiente. Una célula del Partido Obrero corta las vías del ferrocarril a la altura de la localidad de Avellaneda. No se necesita ser jurista para advertir que se trata de un hecho ilegal con claras connotaciones delictivas. Los medios cubren abundantemente el episodio, de modo que nadie puede aducir desconocimiento del mismo. La policía no solamente no evita la demencia sino que, desarmada, como ya es costumbre, es enviada al lugar del tumulto, más que para imponer orden para servir de ocasión de desfogue ideológico a los delincuentes.

Cortadas las vías, lógicamente, los trenes no podían salir de Constitución, y al llegar la hora pico se produjo el espantoso desbande largamente televisado. Incendios, saqueos, robos, pedradas, corridas y hasta el intento de tomar por la fuerza una de esas camionetas que trasladan caudales. La nueva policía de Garré desbordada por los cuatro costados. La Metropolitana del imbécil de Macri festejando el casamiento de dos lesbianas. La impunidad absoluta, la lenidad vergonzosamente a la vista, las fuerzas de seguridad dando lástima. Atadas de pies y manos, en número y calidad de pertrechos, convertidas -como decimos- en agentes funcionales al trágico divertimento de los activistas.

No se nos escapa que muchísimos de los exaltados eran simples usuarios cercenados en su elementalísimo derecho a regresar sanos y salvos a sus casas, tras agotadora jornada laboral. Pero las características que pronto tomó la protesta -muy especialmente la de elegir como blanco principal de la agresión a la policía- no encajan propiamente con las del perfil del transeúnte habitual, por irritado que esté. Lo que sucedía era un muestrario típico del modus operandi de las bandas del lumpen-marxismo, y de su peculiar gimnasia revolucionaria.

¿Tanto costaba desalojar a los miembros del Partido Obrero del lugar en que estaban cortando irresponsablemente las vías? ¿Tanto se pecaba contra el garantismo si se arrestaba a aquellos delirantes malevos? ¿Era acaso un genocidio mandar un par de policías duchos dispuestos a erradicar a los intrusos? Y una vez desbordado el gentío en la terminal ferroviaria, ¿por qué se permitió la consumación prolongada de la violencia en vez de ordenar la represión? ¿Por qué ese lumpen-marxismo cuenta con la total aquiescencia del poder político, que le teme, lo utiliza y lo premia? ¿Por qué, aunque estén filmados y registrados hasta la minucia sus cabecillas, jamás dan con sus huesos en la prisión, mientras se castiga severamente a los policías que se “exceden” en sus funciones; esto es, que se defienden de los linchamientos?

Sin embargo, no es esto hoy lo que queremos decir. De sobra lo sabemos.

Sucedió que durante las tropelías murió un obrero alcanzado por las pedradas de los revoltosos. Un hombre simple, plomero de oficio, de 70 años de edad, que pasaba por la zona, cargando a cuestas sus penurias cotidianas, sus esperanzas simples, sus herramientas de labor. Las piedras de los bárbaros le dieron en la cabeza. Los medios todos captaron la desgarradora imagen. En coma fue llevado al Argerich y tras días de sufrimiento murió el 4 de enero. Los diarios del día 5, en minúsculos recuadritos, dieron cuenta de la noticia, consignando que la “identidad del occiso no fue revelada por las fuentes”. Un N.N sin madres plazamayistas que reclamen por su aparición con vida. Ni defensores de los derechos humanos que tomen nota de este derecho a vivir arrancado de pronto a un inocente.

No busque la justicia quien tiró las malditas piedras. Los asesinos son los pequeños burgueses del Partido Obrero, la otrora terrorista Nilda Garré y la insensata viuda de Kirchner, cada vez más próxima al retrato de Dorian Gray, tan vistosa por fuera como repugnante por dentro. A ellos y a sus secuaces debe caberles el calificativo de criminales.

Hemos esperado pacientemente hasta hoy que el Partido Obrero emitiera al respecto alguna palabra de condolencia. Siquiera para considerar al hecho un luctuoso “efecto colateral” de sus luchas. Pero he aquí la paradoja funesta: muere un genuino obrero de carne y hueso y los defensores de la “obreridad” enmudecen y se hacen los distraídos. Hemos esperado asimismo alguna señal de luto o de dolor por parte de los funcionarios que, por causa de su ineptitud y malicia, consintieron el caos destructor durante interminables horas. Y hemos esperado la voz de algún pastor que elevara públicamente algunas preces por el alma del desconocido infortunado y su familia. Sólo llegó la indiferencia, la simulación, el olvido, el encogimiento de hombros.

Cuando José Antonio les hablaba a los obreros de su patria, a quienes la propaganda roja quería predisponer contra Falange acusándola de señoritismo, solía él mostrarles con evidencias ilustrativas estas contradicciones insalvables. La de unos dirigentes comunistas desentendidos de la suerte real de los proletarios, mientras los señalados o tenidos por señoritos caían en acto de servicio resguardando las dignidades concretas de todos los hombres de España. “Toma, hermano obrero, mi mano” -escribía Pemán- “y no me cierres el puño. Porque abierta, hermano obrero, te la ofrezco, como abierto el corazón”.

También nosotros hemos de repetir ahora este gesto. Llegue nuestra mano tendida, enhebrada de oraciones y de piadosos rezos, hasta la desconocida familia de este hombre de trabajo asesinado por el Régimen. Y si algún puño ha de cerrarse que sea para caer, justiciero y tremendo, sobre las testas infames de los homicidas.

Fuente: Cabildo, Año XI, Nº 87, marzo 2011

martes, 15 de marzo de 2011

15 de marzo - 30 ANIVERSARIO DE LA MUERTE DEL PADRE LEONARDO CASTELLANI


EL CREDO DEL INCRÉDULO


CREO en la Nada Todoproductora d'onde salió el Cielo y la Tierra.

Y en el Homo Sápiens su único Hijo Rey y Señor,

Que fue concebido por Evolución de la Mónera y el Mono.

Nació de la Santa Materia

Bregó bajo el negror de la Edad Media.

Fue inquisionado, muerto achicharrado

Cayó en la Miseria,

Inventó la Ciencia

Ha llegado a la era de la Democracia y la Inteligencia.

Y desde allí va a instalar en el mundo el Paraíso Terrestre.

Creo en el libre pensante

La Civilización de la Máquina

La Confraternidad Humana

La Inexistencia del pecado,

El Progreso inevitable

La Rehabilitación de la Carne

Y la Vida Confortable. Amén.



Tomado de “Las ideas de mi tío el cura" Leonardo Castellani.


¿CUÁL ES LA CARACTERÍSTICA DE NUESTRA ÉPOCA SINO UN INMENSO MOVIMIENTO POR DESTRUIR HASTA LA RAÍZ DE LA TRADICIÓN OCCIDENTAL Y UNA HEROICA DECISIÓN DE CONSERVARLA Y REVIVIFICARLA? (SAN AGUSTÍN Y NOSOTROS, página 10).

lunes, 14 de marzo de 2011

In Memoriam - Fallecimiento del Brigadier Gral. Don Juan Manuel Ortiz de Rosas


“… Ninguno ignora que una facción numerosa de hombres corrompidos, haciendo alarde de su impiedad y poniéndose en guerra abierta con la Religión, la Justicia, la Humanidad, el Orden Público, la Honestidad y la Buena Fe, ha introducido por todas partes el desorden y la inmoralidad, ha desvirtuado las leyes, generalizado los crímenes, disuelto la sociedad y presentado en triunfo la alevosía y la perfidia. El remedio de estos males no puede sujetarse a formas, y su aplicación debe ser pronta y expédita. La Divina Providencia nos ha puesto en esta terrible situación para probar nuestra virtud y constancia. Persigamos de muerte al impío, al sacrílego, al ladrón, al homicida y sobre todo, al pérfido y traidor que tenga la osadía de burlarse de nuestra buena fe. . Resolvámonos a combatir con denuedo a esos malvados que han puesto en confusión a nuestra tierra… El Todopoderoso, que en su Divina Providencia nos ha puesto en esta terrible situación, dirigirá nuestros pasos y con su especial protección nuestro triunfo será seguro”.
Juan Manuel de Rosas.

¡¡Viva la Santa Federación!!
¡¡Mueran los salvajes unitarios!!

domingo, 13 de marzo de 2011

Por el honor de la sangre


Sangre de Cristo embriágame

Mientras el mundo gemía el drama de Japón, sucedido en el inicio de la Cuaresma; mientras el luto desplegaba su ropaje austero sobre el corazón de los hombres decentes, nos llegó la noticia, según la cual, un grupúsculo burdelesco de funcionarios oficialistas, encabezados por el actual ministro de Economía, se daba cita en el bar "Perón Perón", ubicado en lo que llaman ahora Palermo Hollywood, y que otrora supo ser, decentemente, “un cielo de relinchos y de crines”, al decir de Jorge Luis Borges.

La banda orgiástica del kirchnerismo tenía su propósito expreso en aquella jornada luctuosa de marzo: presentar un nuevo vino, llamado El Justicialista, que según sus promotores, sumaría aún más alegría a la que ya tiene el pueblo como consecuencia de las bondades múltiples que prodiga este Gobierno. Henchidos de ínfulas electoraleras -que es estar rebosante de chapuzas- los hijos de Cristina libaron y brindaron por lo que juzgan su inmodificable y seguro triunfo político.

Personajes de talante prostibulario se aglutinaron alrededor del neobrebaje, convencidos todos de que se puede imponer la alegría popular por decreto de necesidad y urgencia. Y cada uno de ellos, a su turno y copa en garfio, sintióse autorizado a expresar alguna sonora porquería.

Llegado el momento del palurdo que funge de Secretario de Cultura -y que para abreviar llamaremos Jorge Coscia- dijo, según registro de las crónicas: “El vino es bíblico. El famoso pedo que se agarró Noé aparece en la Biblia, el primer libro." (cfr. La Nación, 12-3-2011,p.18).

“Todos se rieron con ganas”, según apunta a renglón seguido el mismo informante. Es lógico que así fuera. Existe un patólogico reír -propio de los idiotas o de los degenerados- el perfidum ridens, que expresa el gozo que les causa ver la humillación de los demás. En este caso el humillado era nada menos que el Patriarca Noé, cuya embriaguez (Gen. 9,18-29) es figura de esa copa densa de los pecados del mundo, que el mismo Cristo pidió auxilio al Padre para poder beber (Mt.26,42). Así lo vieron exégetas de nota, y el mismo Buonarotti lo plasmó en uno de sus frescos, el último de la serie del Génesis que está en la bóveda de la Sixtina.

Pero para el Secretario de Cultura -paradigma del intelectual K- Noé es apenas un borracho, y el sacrilegio un divertimento de taberna peronista. Es que Coscia, como sus pares de Carta Abierta, merecen ser discípulos de aquella extraña Escuela de Slovenrie, para quienes orinar, peer y vomitar era el modo connatural de expresarse.

Faltaba lo peor, y al final llegó en aquella tenida patibularia. El Ministro de Agricultura, que responde al nombre de Julián Domínguez, alzó una de las botellas de “El Justicialista”, y “se animó, incluso, a comparar el vino con la sangre de Cristo, que ‘dio la vida por la humanidad’, con la sangre de Kirchner, que ‘dio la vida por la política’” (Cfr. La Nación, ibidem).

Hay una sola manera argentina de castigar esta blasfemia, y es horadando la lengua del impío, como enseñaba el Gral. José de San Martín. ¿Quién se atreverá a hacerlo, mientras le explica al reo que el señor Kirchner no derramó ninguna sangre por nada ni nadie, sino que reventó una noche bajo el destino maldito del insensato, al que el Supremo Juez le pregunta: “¿para quién será lo que has amontonado”? (Mt. 12, 16-20). ¿Quién se atreverá al justiciero hierro candente, para que el fuego lave, junto con la injuria, la mitología grotesca que ha transformado en héroe y en santo al más vulgar de los canallas y al más ladrón de los rencorosos?

Y hay una sola manera católica de castigar esta horrible imprecación. La explica San Alfonso María de Ligorio en su Sermón IX -para el domingo XXIV después de Pentecostés- citando a San Juan Crisóstomo: “cuando oigas blasfemar a un hijo vuestro, rómpele la boca, santificando así vuestras manos” (Cfr. Obras Ascéticas, Madrid, BAC, 1954, vol.II, p. 523). ¿Quién osará aplicarle la merecida pena? ¿Acaso alguno de estos obispos felones que cuando sale algún curazo agalludo a contener a los viles, acaba pidiéndoles perdón y acallando al valiente?

No; nadie excepto el Dios de los Ejércitos castigará a estos repugnantes blasfemos. Que no se llaman sólo Boudou, Coscia o Domínguez, porque tienen los mil nombres de los obsecuentes que rodean el trono de la jaca.

Por eso, desoiré en la ocasión a las voces amigas que me piden no trasgredir los límites de la mesura. Pero ¿si no estoy dispuesto a este minímisimo gesto de santa indignación por el honor de la preciosa Sangre de Cristo, por quién lo haré?

Escuchen pues, esbirros y esbirras kirchenristas que han sido o serán capaces de tamaña perfidia; escuchen lo único que merecen escuchar con voz tronitonante: son todos ustedes una manga de hijos de puta.

Sanguis Christi, inebria me.

Antonio Caponnetto

jueves, 10 de marzo de 2011

In Memoriam


11 de Marzo de 1832 - Fallecimiento de Fray Francisco de Paula Castañeda


"Sacerdote argentino, nacido en 1776, y muerto en el exilio en 1832. Su rica personalidad de apóstol, predicador, periodista y apologeta, esta asociada a la lucha contra la acción masónica del gobierno rivadaviano. Sus ocurrencias no tenían limite, henchido como estaba de una católica y combativa alegría".

La misa me da fuerzas, repetía,
en la lid por el Sol y por la Luna.
Gritaba la verdad inoportuna
y en su mano un arcángel se reía
cuando armaba sarcasmos como preces.
Maestro del brulote y la ocurrencia,
era amor varonil y era una ciencia
su dura imprecación de los herejes.
Arriba el corazón, clara la vista,
se consagra al mester de teofanía,
dolor y amor en cáliz entrevisto.
Acaso ahora por el cielo asista
a los tronos enhiestos de alegría
compartiendo el humor de Jesucristo.

De: "Campanas de tierra y cielo" de Antonio Caponnetto, Ediciones Nueva Hispanidad, 2002.

Bernardita Zalisñak mira "6,7,8", lee Pagina 12 y escucha a V.H.Morales


Después de semejante intoxicación-concientización, pronunciar enfaticamente pavadas/alcahueteadas/zalamerías como estas, es la mas lógica e inmediata consecuencia.
Que el Partido Humanistoide apoya la candidatura de C.F.de Kirchner porque:
"el gobierno nacional es liderado por una fuerza política que no es humanista y que tiene contradicciones. Pero que ha dado muestras que van en una dirección en la que el humanismo puede hacer su aporte para profundizar en políticas públicas que contribuyan a la construcción de una sociedad no violenta y solidaria"; "son importantes los pasos que las últimas gestiones de gobierno han dado en función de proteger a los sectores más vulnerables como son nuestros mayores y nuestros niños más humildes con las políticas asistenciales y pervisionales, generando la posibilidad de dar un piso económico para que nuestra gente pueda aspirar a satisfacer sus necesidades básicas”; “La No Violencia se ha expresado muy claramente en las políticas de defensa y seguridad, se ha desterrado la pena de muerte de nuestra normativa con la reforma del Código de Justicia Militar, y en los momentos más difíciles se demostró fácticamente cuando se desalojaron las rutas sin violencia”; "con la Ley de Medios se disuelve el sistema monopólico de manipulación de la información apostando a la diversidad e identidad de la cultura, y a la libertad de ideas y creencias". Basta. Suficiente humanismo por hoy.
Compendio ajustado de todos los tópicos y lugares comunes que hoy usa la zurdería para justificar los sueldos y prebendas que reciben del kirchnerismo. Ahora resulta que el mayor merito de la actual banda gobernante es dar ese piso económico que permita a nuestra gente aspirar a satisfacer sus necesidades básicas. O sea que para ellos contar con un gran numero de ciudadanos y familias de argentinos incapaces de satisfacer sus mas elementales necesidades sin el subsidio del estado es signo de una marcha ineluctable hacia el progreso social. Para que va a hablar de la desnutrición, la guerra social alentada desde el oficialismo, la extranjerizacion del territorio nacional, la entrega de los recursos energéticos estrategicos, etc, etc.
Evidentemente esta muchacha aspira a convertirse en una apologista rentada mas de la banda gobernante.

lunes, 7 de marzo de 2011

Elecciones 2011 - Aparecieron los que faltaban. Se reunieron los progresistas-mas-progresistas-que-los-otros-progresistas


Se dieron cita en una "especie de asamblea popular". (infoalternativa.com)

Distintas expresiones del progresismo de Entre Ríos se reunieron para analizar la coyuntura política actual y debatir sobre los próximos pasos políticos. Nelio Calza Foto) explicó que el encuentro estuvo organizado por los militantes del Frente Grande Concordia, donde participaron también integrantes del Partido Por Todos, el Partido Humanista, el Partido Comunista, el Movimiento Evita y militantes sociales.
El ex diputado nacional instó a los militantes a avanzar en la unidad de los sectores progresistas, proponiendo “caminos comunes que defiendan los importantes logros obtenidos por las políticas kirchneristas, que ratifiquen el rumbo definido desde aquella inicial y exitosa construcción colectiva y plural que impulsara Néstor Kirchner y profundice el modelo de igualdad, participación y crecimiento”.
Con la frase “ni un paso atrás” el ex convencional sintetizó el deseo de la militancia reunida “para redoblar sus esfuerzos en el actual proceso de transformación del país, iniciado en el año 2003”.
Estuvieron presentes en la reunión el concejal local Daniel Cedro, la ex candidata a diputada nacional Patricia Medina (Paraná), el presidente del Partido Por Todos Javier Schnitman, los referentes del Partido Humanista, Bernardita Zalisñak; Ramón Cabrera por el Partido Comunista, Carlos González por el Movimiento Evita; y dirigentes del Frente Grande como Lisandro Gamarra (Gualeguaychú), Luis Michel y Guillermo Benedetto (Concordia).

Adelante, firmes, ni un paso atras, lamiendole los zapatos al oficialismo (conducta muy progre), que en una de esas en algun lugarcito del desvencijado estado "calzan".

Una buena noticia - Un Judas menos


La Archidiócesis argentina de Córdoba suspende «a divinis» a Nicolás Alessio, el sacerdote de 53 años que el año pasado apoyó la aprobación de la Ley del matrimonio homosexual, por su rechazo público y pertinaz de la doctrina católica.
En la sentencia del Tribunal Interdiocesano de Córdoba se puede leer que “el presbítero José Nicolás Alessio ha cometido rechazo pertinaz de la doctrina descrita (…) al sacramento del matrimonio y desobediencia al Ordinario (…). Ha divulgado por escrito y de palabra por los medios de comunicación en contra del magisterio eclesiástico. (…)
La sentencia dispone que “Se le prohibe ejercer en público la potestad sagrada, es decir: celebrar la Santísima Eucaristía , oír confesiones, celebrar los demás sacramentos (…) y residir en la casa parroquial San Cayetano del barrio Altamira”.

Ante la pregunta sobre lo que piensa hacer a partir de ahora, responde que él forma parte del “grupo de sacerdotes tercermundistas Enrique Angelelli. Somos unos sesenta, entre sacerdotes en ejercicio con opción por los pobres, y sacerdotes casados. Creemos que otra Iglesia es posible”. Alessio dice que vive ahora en una casa particular y se gana la vida “como asesor en educación” del bloque de legisladores de Luis Juez.
“Lo que más nos preocupa ahora”, afirma, “es que el arzobispo Carlos Ñáñez quiere arrasar con nosotros. En mayo reemplazará al padre Víctor Acha en la parroquia La Cripta, donde nos reunimos –y en la que antes ofició el también cura rebelde Guillermo Mariani, quien publicó un libro de memorias en el que confesaba haber tenido relaciones amorosas–. Quieren barrer con nosotros y la iglesia que nosotros representamos. Poner allí a un sacerdote de la línea oficial. Silenciar a los que opinamos diferente”.

Tomado de infocatolica.com

Parece que el pobre tipo esta´ indignado por esta medida, y no piensa acatarla. Si este semejante mamarracho mediatico cree que otra Iglesia es posible, y si el mismo fuera un poco coherente y tuviera un poco de dignidad, ¿lo mejor no seria que se vaya callado y que funde una nueva secta y desde allí haga todo el bien que quiera a los pobres y predique las barbaridades que la Iglesia de Cristo le impide? ¿O alguien lo tiene amenazado para que permanezca en la Iglesia?
En fin, demostró no tener palabra, no tener convicción, y ser un simple traidor.

domingo, 6 de marzo de 2011

Urquiza y la "Ilustracion"


El gobierno del general Rosas cayó por obra de los poderes –nacionales y extranjeros- que se habían coaligado para combatirle. Correspondió parte principalísima, en este suceso, al Imperio del Brasil, cuya política, que tendía a la realización de “sus fines nacionales”, utilizó todos los medios que se hallaban a su alcance. Un historiador extraño a nuestro medio, pero que ha hurgado con desinteresada vocación en los problemas del Río de la Plata, el mexicano Carlos Pereyra, no dejó de advertir: “El Brasil era antes de Rosas, como lo fue más tarde, el peligro mayor para la República Argentina. Rosas combatió el peligro del Brasil y lo habría conjurado plenamente su victoria contra Urquiza en 1852, pero la derrota de Caseros dejó abierta una vía de penetración en el Río de la Plata, que “la despreocupación y la miopía de Mitre” pusieron francamente a disposición del Imperio. Rosas no pudo, pues, resolver este problema capital, y “su caída fue precisamente un fracaso histórico para la República Argentina”. (1)

Tócale al general Justo José de Urquiza, favorecer las intenciones del Imperio, capitaneando a las fuerzas brasileñas, orientales y del litoral argentino, que tramaron el derrocamiento de Rosas. La situación del país les fue ampliamente propicia, pues “Rosas, después de 25 años de gobierno –según apunta Ernesto Quesada-, deshizo el caudillaje, sofrenó los partidos, nacionalizó el país y cimentó el respeto de la autoridad central”. (2) Le faltó a Rosas advertir que su propia obra, de paciente armonización, había superado a su personalidad autoritaria y exigía la estructuración orgánica del país, dentro de los principios federales, que habían sido la razón fundamental de todas sus luchas. Las opiniones del general Rosas, sobre la materia, constituyen modelos de sabiduría política y enfocan la realidad nacional que le tocó presidir durante buena parte de su gobierno. Todavía en 1873, cuando le visitaron en Southampton, el doctor Vicente G. Quesada y su hijo Ernesto, Rosas adujo: “El reproche de no haber dado al país una constitución me pareció siempre fútil, porque no basta dictar un cuadernillo, cual decía Quiroga, para que se aplique y resuelvan todas las dificultades; es pre4ciso antes preparar al pueblo para ello, creando hábitos de orden y de gobierno, porque una constitución no debe ser el producto de un iluso soñador, sino el reflejo exacto de la situación del país. Nunca pude comprender ese fetichismo por el texto escrito de una constitución, que no se quiere buscar en la vida práctica, sino en el gabinete de los doctrinarios; si tal constitución no responde a la vida real de un pueblo, será siempre inútil lo que sancione cualquier asamblea o decrete cualquier gobierno. El grito de constitución, prescindiendo del estado del país, es una palabra hueca”. (3) ¡Admirables conceptos! Para emitirlos, el general Rosas evocaba, sin duda, a Rivadavia y sus epígonos, al general Lavalle, a los unitarios que habían combatido su política y a todos los escuadrones de la reacción que tuvo que enfrentar durante las etapas más dramáticas de su gobierno; pero él mismo tenía conciencia de que su energía había quebrado tales oposiciones, pues agregó: “Otorgar una constitución era asunto secundario: lo principal era preparar el país para ello -¡y esto es lo que creo haber hecho!”.

El general Urquiza supo aprovechar esa tarea gigantesca realizada por Rosas y se benefició de la cohesión nacional que revelaba el país en 1852. Su obra, sin embargo, devino en “fracaso histórico” para la República, según la sutil observación de Carlos Pereyra. Porque tuvo que ceder a fuerzas extrañas, “que buscaban su propio bien a expensas de nuestra desgracia”. No se advierte, pues, la licitud con que se atribuye una lealtad y patriotismo, que él mismo había cuestionado en su contestación a Cuyás y Sampére, cuando, en 1850, le consultó éste sobre la posibilidad de que autorizara el paso por Entre Ríos de un ejército brasileño, destinado a atacar a Buenos Aires. Su respuesta contenía este párrafo sugerente: “¿Cómo pues, cree el Brasil; cómo lo ha imaginado por un momento, que permanecería frío e impasible espectador a esa contienda en que se jugase nada menos que la suerte de nuestra nacionalidad o de sus más sagradas prerrogativas, sin traicionar mi patria, sin romper los indisolubles compromisos que a ella me unen y sin borrar con esa ignominiosa mancha mis antecedentes?”. (4)

No obstante tan dramáticas reflexiones, el general Urquiza firmó un tratado de alianza, con el imperio del Brasil y con Montevideo, capital de la Banda Oriental, el 29 de mayo de 1851, para derrocar en común al gobierno argentino. Poco después, el 21 de noviembre, suscribió una nueva convención, contra el general Rosas, “cuya existencia se ha hecho incompatible con la paz, la seguridad y el bienestar de los Estados aliados”. Por esta convención, Urquiza recibió ayuda militar y financiera, dentro de muy prolijas estipulaciones. Así, por ejemplo, si llegara a fracasar la empresa de batir a Rosas, la deuda monetaria quedaría a cargo de las provincias de Entre Ríos y Corrientes, las que –dice el tratado- “hipotecan desde ya las rentas y los terrenos de propiedad pública de los referidos Estados”.

También se establecía que “los Gobiernos de Entre Ríos y Corrientes se comprometen a emplear toda su influencia cerca del Gobierno que se organice en la Confederación Argentina, “para que este acuerde y consienta en la libre navegación del Paraná y los demás afluentes del Río de la Plata”, cuya defensa, en su condición de patrimonio de la soberanía nacional, había valido al general Rosas y a su ministro Arana, el encono de las grandes potencias del universo. El Restaurador había impuesto –a Inglaterra, primero; luego a Francia-, el reconocimiento pleno de nuestros derechos soberanos. Muy pocos meses atrás, el gobierno de Rosas había incorporado a la Convención de Paz y Amistad con Francia, la cláusula siguiente: “El Gobierno de la República Francesa reconoce ser la navegación del río Paraná un navegación interior de la Confederación Argentina y sujeta solamente a sus leyes y reglamentos”. (Art. VI de la Convención, del 31 de agosto de 1850).

El general Urquiza cumplió lo pactado; por ley del 7 de marzo de 1856, se determinó que “las embarcaciones argentinas y brasileñas, tanto mercantes como de guerra, podrán navegar los ríos Paraná, Uruguay y Paraguay en la parte que éstos pertenecen a la Confederación Argentina y al Brasil” (Artículo 14º), ampliándose así los tratados para la libre navegación de nuestros ríos, celebrados en 1853 con Francia, Inglaterra y los Estados Unidos. La “clase ilustrada” condenó a dolorosa esterilidad, por este medio, los sacrificios patrióticos de la “muchedumbre ignorante”; que había defendido ahincadamente el patrimonio natural de las aguas nacionales, portadoras de una buena porción de nuestras riquezas y soberanía.

Una vez más aparece aquí, ante cuestiones concretas de la mayor importancia, la antigua pugna de las dos fuerzas históricas que luchan en nuestro medio: la oligarquía y el pueblo: Para la “clase ilustrada”, el plan de libre navegación de los ríos se vincula a sus más caras preferencias, como una forma de demostrar espíritu liberal y tendencias avanzadas. Sarmiento se jacta de haber sido uno “de los primeros publicistas argentinos que se ha consagrado a elucidar a fondo esta cuestión”, no obstante admitir que “los Estados Unidos no reconocen la libre navegación de sus ríos, ni estado alguno sudamericano la practica”. (5) Alberdi –en las “Bases”- impone: “Firmad tratados perpetuos de libre navegación”, porque le repugna la idea de “hacerlos del dominio exclusivo de nuestras banderas indigentes y pobres”. Convencido, como su correligionario Sarmiento, de que ni la doctrina internacional ni la experiencia de las otras naciones, abona su tesis, se apresura a prevenir: “Para escribir esos tratados, no leáis a Wattel ni a Martens, no recordéis el Elba y el Missisipí”. Los gauchos y la chusma, aferrados a un patriotismo incomprensible para los esforzados “civilizadores”, coincidían, en este caso, con la ley internacional, la que, a su vez, se adecuaba a sus aspiraciones de libertad. Pero, la voz nueva, la voz demoledora de la “ilustración”, vociferaba a todo evento: “…. Nosotros, más fijos en la obra de la civilización que en la del patriotismo” (6), ¡y así perdió la Patria el dominio de sus ríos interiores!

Referencias

(1) Carlos Pereyra – Rosas y Thiers – Biblioteca de la Juventud Hispano Americana; Editorial Americana – Madrid (1919).

(2) Ernesto Quesada – La Epoca de Rosas

(3) Ernesto Quesada – Una visita a Rosas en Southampton. (Epílogo de la obra La Epoca de Rosas, ya citada).

(4 )Justo José de Urquiza – Carta a su agente confidencial, Antonio Cuyás y Sampére. (20 de abril de 1850).

(5) Domingo Faustino Sarmiento – Campaña en el Ejército Grande. (Edición “Grandes Escritores Argentinos”; W. M. Jackson, Inc. Buenos Aires, s/f).

(6) Juan Bautista Alberdi – Bases

Fuente: www.revisionistas.com