viernes, 29 de julio de 2011

¿Un hongo antiargentino?


de Gabriel Martínez, el Martes, 26 de julio de 2011

En su novela 1984, inspiradora del decadente ciclo televisivo Gran Hermano, George Orwell se imaginaba un régimen absolutamente tiránico basado en una ideología perversa, el Ingsoc (acrónimo de “socialismo inglés”). Este sistema no se contentaba con espiar todo el día a cada persona hasta en sus actos más íntimos a través de una pantalla sino que además, de tanto en tanto, las eliminaba de la realidad. No se trataba meramente de la supresión física, sino que todo recuerdo de la existencia del infortunado –particularmente, de los más talentosos- era cuidadosamente obliterado: se borraba su nombre de actas, se retocaban fotografías en las que apareciera, e incluso se reescribían los periódicos viejos que lo mencionaran. Nunca había existido: pasaba a ser una impersona.

¿Puede tal cosa suceder en la realidad? ¿Puede suceder que una personalidad notable y toda su obra sean obliterados por una voluntad omnímoda sin que quede el menor vestigio de su paso por la tierra? En el caso de Gustavo Adolfo Martínez Zuviría, la respuesta es afirmativa.

Lo que sigue es totalmente verídico.

Cierto día mi amigo de la infancia Fernando, a quien logré contagiar el interés por la obra del memorable Hugo Wast, decidió hurgar en los ficheros de la biblioteca municipal de San Fernando en busca de algunos títulos que le señalé. Tras solicitar varios libros por sus códigos, se encontró con la siguiente respuesta: “Lo siento, pero estos libros fueron atacados por un hongo, y los tuvimos que retirar de la consulta”.

La anécdota me pareció muy curiosa, y decidí corroborarla personalmente. A tal efecto me acerqué una mañana al elegante edificio de la calle Madero, en la localidad ya mencionada, y comencé la búsqueda de libros por autor. Presté atención a dos detalles: la fecha de edición y el código que indicaba la ubicación de los libros en las diferentes estanterías. Luego fui a solicitarlos y la respuesta de la chica que me atendió fue la esperada: “todos los libros de este autor fueron atacados por un hongo, y fueron retirados de la consulta pública para que no contaminen la biblioteca”. Respuesta por demás significativa.

Los libros, como pude comprobar, tenían diferente antigüedad y no estaban ubicados en un mismo sector de la biblioteca, por lo que cabe suponer que el poder de selectividad de este hongo es asombroso. Parece ser que, luego de millones de años, esta forma elemental de vida ha encontrado su medio propicio para proliferar exclusivamente en libros escritos por Hugo Wast, es decir, en novelas donde se resaltan el amor a Dios y a la Patria, los valores familiares, la honestidad y la hombría de bien. A tal especie de eucariota la bautizaremos con toda propiedad Papyrosporum Antiargentinus: todo un descubrimiento que bien nos puede merecer el Premio Nobel.

Recientemente -en un acto circense de claro sentido ideológico- la placa con el nombre de Gustavo Adolfo Martínez Zuviría fue retirada de la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional, cuya colección engrandeciera notablemente durante su gestión al frente de la misma. Hoy la obra de uno de los más grandes escritores argentinos, no es siquiera mencionada en los programas escolares; sus libros son muy difíciles de conseguir, ya que de muchos de ellos no se han hecho reediciones. Y no es que no fuesen exitosos, ya que por mucho tiempo fue uno de los escritores más leídos en toda Iberoamérica y buena parte del mundo; sus obras fueron traducidas a quince idiomas. Con su estilo “limpio, claro, adecuado” –en palabras de Miguel de Unamuno- planteaba temas que se anticiparon en muchos años a problemáticas actuales. Como a Tolstoi -que fue capaz de quemar el manuscrito de una obra maestra porque no lo hacía mejor cristiano- el éxito terrenal no lo deslumbraba. Igual que el gran ruso, fue un escritor que usó la palabra para servir a la Palabra. “Algo falta a la gloria de un escritor católico a quien no se menosprecia a causa de su obra”, decía.

Hugo Wast y toda su producción debían ser obliterados: los cenáculos intelectuales que deciden qué es lo que se debe leer pronunciaron su anatema. Ahora resulta que ser culto es haber leído alguno de los libros de moda de Federico Andahazi…

Con el silenciamiento de Martínez Zuviría, el perjuicio para la cultura argentina es muy grande. Al menos, con el descubrimiento del Papyrosporum Antiargentinus, cuyas esporas hemos logrado aislar en una biblioteca de San Fernando, parece que hemos hecho un gran aporte a la microbiología.

IHSV+

jueves, 28 de julio de 2011

La "alternativa" al progresismo K



Humberto Tumini: ex-terrorista del E.R.P., fue detenido por sus crímenes y se alió con las Brigadas Rojas de Italia.

martes, 26 de julio de 2011

Ricardo Muti: la buena música nos traslada a una dimensión espiritual


“La historia de la música debe mucho a la Iglesia, y no me refiero sólo al período gregoriano, que es deslumbrante, sino también a nuestros días”, afirmó Ricardo Muti, director de la Orquesta Sinfónica de Chicago, cuando recibió el pasado 21 de mayo el galardón de ciudadano honorario de Trieste, Italia.
En relación a la música sacra de nuestros días, el célebre maestro declaró que no entendía el motivo por el cual en muchas iglesias dotadas con órganos excelentes resuenan cancioncillas “con cuatro o cinco jóvenes arañando guitarras u otros instrumentos de cuerda, con letras que no merece la pena ni comentar”.
Añadió que cuando, por otra parte, se escucha en una iglesia una melodía sacra como el Ave Verum de Mozart, hasta las personas más sencillas y sin formación musical “pueden ser trasladadas a una dimensión espiritual”. Con aquellas cancioncillas, por el contrario, no se tiene la impresión de estar dentro de un templo sagrado.

lunes, 25 de julio de 2011

Las virtudes teologales en el pensamiento revolucionario


Podemos ver en este párrafo de Calderón Bouchet como el pensamiento revolucionario ha producido un rebajamiento del plano sobrenatural al plano natural de las virtudes teologales. Así:
"Un hombre despojado de las virtudes teologales pondrá su fe, su esperanza y su caridad degeneradas en los espejismos inventados por la razón. Fe en la propia capacidad racional, en el progreso, en las luces, en la Revolución futura. Esperanza en un reencontrado paraíso terrenal por la virtud de la ciencia y el trabajo mancomunados. La caridad se convertirá en esa difusa filantropía, perfectamente compatible con la más refinada crueldad, para con todos los abstractos beneficiarios del modelo social forjado por la razón".

R. Calderón Bouchet, Las oligarquías financieras contra la monarquía absoluta.

jueves, 14 de julio de 2011

14 de julio de 1789 - Toma de la Bastilla


La Bastilla: Mito y realidad.

"La Bastilla era una prisión del Estado...Sus huéspedes no eran benficiarios de la justicia ordinaria, sino de aquella que hacía al secreto y a la razón de Estado...Aristocrática bajo Richelieu, financiera bajo el ministerio de Mazarino, se volvió protestante, jansenista y convulsionista en la época de Luis XV para abrirse a la literatura y la filosofía en pleno siglo de las Luces. Luis XVI la desprestigió y hasta se pensó, en el Ministerio de finanzas del Reino, en una posible desafección.No tenía clientes y sus muros vacíos añoraban los combates singulares, la Fronda, el jansenismo, los libelos incendiarios y los robos en la caja fuerte de papá...
Se me hace difícil pensar que el pueblo de París viera con tan malos ojos a una prisión destinada a los grandes personajes del Reino y, en muchas ocasiones, para los financistas más sobresalientres.
La toma de la Bastilla no tuvo inmediatamente el eco publicitario que logró más tarde. No digo que pasó inadvertida, pero los documentos periodísticos que se refieren a ella, contemporáneamente al suceso, no lo ven como un acontecimiento importante y es curioso advertir que la crónica consagrada por Marat al hecho está muy lejos de ser laudatoria.
Esa enorme fortaleza, símbolo del depotismo, donde añoraban mejores tiempos ochenta inválidos de guerra, albergaba, en ese preciso momento, siete presos: dos locos y cuatro o cinco monederos falsos y, como escribe Moniquye Cottret, "eran tan poco recomendables que se inventó sobre el tambor, algunos embastillados imaginarios".
Cuando se adora el éxito por encima de cualquier otra cosa, una mentira que se impone deja de ser una mentira y se convierte en eso que los bien entendidos llaman una verdad política. La Bastilla es, definitivamente el símbolo de un régimen opresivo y siniestro".

Rubén Calderon Bouchet, de su obra La Revolución Francesa.

martes, 12 de julio de 2011

"...Que se está llenando e´ putos el gobierno popular..."


"Pese a los embates de una creciente anarquía de los valores esenciales del hombre y la sociedad que parece brotar en diferentes partes del mundo, la familia seguirá siendo en la comunidad nacional por la que debemos luchar, el núcleo primario, la célula social básica cuya integridad debe ser cuidadosamente resguardada".
Juan Domingo PERÓN “Modelo Argentino para el Proyecto Nacional” 1974.

Lamentablemente, y como era de suponer, y a causa de la falta de trabajo decente, la ciudad de Concordia cuenta ya con su Frente "Diversidad Militante" (no hace falta aclarar a que tipo de "diversidad" hace referencia el nombre). Informa diariodelsurdigital.com que para el lanzamiento de dicha agrupación: "En el orden local confirmaron su presencia la concejal Graciela Nené Zalazar y la pre candidata a concejal Claudia Sanabria. Asimismo, autoridades partidarias, el delegado de Derechos Humanos Rubén Bonelli, la secretaria general del Partido Humanista Bernardita Zaliñak, entre otros". Ademas de contar con el espaldarazo de la "Agrupación Nacional Putos Peronistas".
No hace falta repetir acá las mismas sandeces mil veces escuchadas de boca de estos personajes, solamente preguntarles, ¿cuando van a aclarar en que´ teoría, doctrina, filosofía o cosa similar fundamentan sus horripilantes disparates?, ¿no es mejor que dejen ya descansar en paz de una buena vez a su amado General y no lo sigan involucrando en sus barrabasadas?

lunes, 11 de julio de 2011

De necios o ignorantes

"Es que todavía hay sectores del “establishment” y algunos nacionalistas o personas muy próximas a nuestras ideas que no pueden entender que el seudo enfrentamiento con el comunismo durante la “guerra fría” fue una creación dialéctica artificial del Poder Mundial, para producir por distintas vías las condiciones para el sometimiento y dominación de la inmensa mayoría de los países a un Nuevo Orden Mundial o Globalización, que no es otra cosa que la vieja aspiración de las logias masónicas iluministas y de los banqueros internacionales de constituir un Gobierno o Tiranía Mundial. Tal fue la ficción del comunismo soviético, que no dejó de ser útil a los fines del Poder Mundial, su imperio fue disuelto en pocas semanas sin que se disparara un solo tiro, constituyendo el único caso en la Historia Universal en que un imperio se disuelve pacifica y ordenadamente. La misma plutocracia internacional que financió y dirigió la revolución rusa de octubre de 1917, que además alimentó financiera y tecnológicamente a la URSS durante 70 años, es la misma que ordenó su disolución.
El caso argentino es paradigmático en cuanto modelo de autodestrucción inducida. Desde el derrocamiento de Perón en 1955, el país se despeñó en un conflicto interno permanente, en falsas contradicciones dialécticas que se renovaban sistemáticamente y por turnos entre los diversos sectores sociales, pero que siempre tuvo como protagonista estable a las Fuerzas Armadas, las cuales culminaron siendo absolutamente derrotadas en el conflicto de Malvinas, condición necesaria e indispensable para que la explotación de esa victoria no lo hiciera la Inglaterra triunfante, sino la perversa combinación “democracia-derechos humanos”. La derrota, desarme, desmovilización, humillación y persecución política-jurídica de las Fuerzas Armadas fue el objetivo estratégico-político de los conquistadores, con la ayuda de los cipayos argentinos de izquierda (izquierdo-progresismo) y de derecha (liberal-masónico), para quebrar de una vez y para siempre la capacidad de resistencia espiritual del pueblo argentino, debilitar al mínimo su poder nacional y dejar inerme al país, ya sea para su desintegración territorial o sometimiento como mero territorio productivo de materias primas, sin identidad, sin independencia, sin soberanía, apenas con gobiernos títeres y anodinos, simples gerenciadores y tributarios –a través del pago de la deuda externa- de las ordenes del Poder Mundial o plutocracia internacional. En otras palabras, la Argentina ha dejado de ser una Nación, una Patria, para ser una ficción a merced de lo que otros quieren hacer con nosotros, apenas un territorio sobre el cual por ahora solo viven 40 millones de habitantes esclavizados, creyendo que son libres".

Santiago Roque Alonso, en Diario Patria Argentina

miércoles, 6 de julio de 2011

EL OCASO DE LOS ÍDOLOS


Si bien se miran las cosas, somos de los pocos que no necesitamos decir nada sobre lo que está sucediendo alrededor de las Madres de Plaza de Mayo. Y esto, sencillamente, porque desde hace tres largas décadas que lo venimos diciendo todo. No hay hipérbole en el cálculo, ni mucho menos en la afirmación. Repasen propios y ajenos el conjunto global de nuestras publicaciones; confronten después la totalidad de denuncias y de protestas emitidas —casi en soledad— con los actuales hechos delictivos, y a la vista quedarán las razones que nos asistían y las verdades que anunciamos. Todo, mientras el resto de la sociedad —salvo honrosas excepciones— se dedicaba sistemáticamente a divinizar a estos hipócritas defensores de falsificados derechos humanos.

Guardemos esta doliente victoria en nuestro patrimonio —la victoria espiritual de haber hablado verazmente en un conglomerado de mentirosos— y vayamos al grano con lo que juzgamos ineludible sostener hoy.

Ante todo, que el mayor escándalo no es aquí de índole económica sino moral; y consiste el mismo en el cínico ahínco por preservar la pureza de Hebe de Bonafini, cuyo historial está nutrido de explícitas cuanto groserísimas acciones de apoyo al terrorismo marxista. Poco quita o agrega constatar si este sumidero de rencores se enriqueció ilícitamente de la mano de su cuasi pariente. Lo adoptó, lo prohijó, lo encubrió, fue incapaz de controlar y de desenmascarar sus desfalcos; se nutrió de ellos con abundancia y hartura. Todo lo cual es cierto y es grave. Pero no lo es más que haber consagrado una vida a exaltar el odio homicida, la revolución criminal de la guerrilla, el proselitismo apátrida y ateo, la venganza comunista, el desparramo de estiércol, salido de su bocaza salvaje con la misma naturalidad que brota de una alcantarilla. Semejante artefacto del resentimiento rojo llevado hasta el paroxismo, es un delito viviente, un desmán encarnado, una fechoría perpetua, así se encuentren sus bolsillos vacíos y su cuenta bancaria en blanco.

Lo segundo por sostener es la responsabilidad directa que le cabe al Kirchnerismo en el encumbramiento sistemático de esta mujer y de su banda ideológico-financiera. No hubo gesto que le pareciera poco al oficialismo para ensalzarla y deificarla, para subsidiarla millonariamente con los fondos del Estado, para proponerla como paradigma y revestirla de esa inmaculez que hoy se le niega a lo sacro. El mito procaz de los desaparecidos la tuvo como ícono. A la República misma se la identificó con su silueta torva, su moquero en el testuz y su ronda de reclamos hemipléjicos. Sin que faltara un hebreo sofista, carantoñero del Régimen, que indicara la conveniencia de colocar en la enseña patria el logo de esta célula pirata. La sangre derramada —que juraron no mercar en ocasiones múltilples y a gritos destemplados— fue negociada, al fin, a buen precio y altísimos dividendos.

Un par de testaferros parricidas, una mujer de la bolsa, y un consorcio empresarial capitalista y mafioso, son todo lo que queda a la vista de esta aventura malnacida en sus mismos albores con el nombre de Derechos Humanos.

Y algo tercero queremos agregar por ahora. Ya es un lugar común de las izquierdas afirmar que el Proceso sembró sus males imprescriptibles para justificar o tapar la política expoliadora de Martínez de Hoz, indefectiblemente ligada al Imperialismo. En su momento —y no hay quien se atreva a negarlo— fuimos reciamente impugnadores de aquellas maniobras dolosas, de modo que exentos estamos de toda sospecha al respecto. Pero ¿qué diferencia hay con lo que estamos viviendo? El kirchnerismo, para imponer su modelo económico, que consiste ante todo en el enriquecimiento personal de sus miembros activos, no ha dudado en robar, expoliar, estafar y desvalijar a cuatro manos. No ha dudado en tomar en vano el nombre de los desposeídos y excluidos, como no ha dudado en convertir en una fuente de usura y de codicia el feudo tenebroso del derechohumanismo. La plutocracia internacional agradecida. Los bolsillos de los sátrapas nativos, todos comunistas, claro, repletos hasta las bragas.

En el capítulo sobre “El taita magno de la historia”, en El Nuevo gobierno de Sancho, el Padre Leonardo Castellani retrata la caída del “estatuo”, que así lo llama al susodicho Taita, por la solemnidad con la que fue erigido en una divinidad por él mismo y por sus congéneres. Al derrumbarse el fiero bicho, “dio una voltereta en el aire para caer de cabeza, se le bajó la túnica azul y blanca, y se vio que el infeliz estaba en calzoncillos sucios”.

Así está sucediendo con los “estatuos” de ellas y de ellos. De todos. Incluyendo las vestales indiscriminadas del Inadi; a saber, un paquidermo contranatura y un burlador burlado. Por eso, poco importa si ganan o pierden las próximas elecciones. Es la última función de ídolos que están representado en el perverso circo democrático. El mundo entero ya sabe ahora la verdad. No están orlados de blancas y de azules túnicas, como han pretendido, sino embadurnados de la cabeza a los pies con los colores y olores inmundos de sus mismas heces.

Antonio Caponnetto