domingo, 3 de junio de 2012

La Argentina bajo un doble ataque

Una doble agresión viene padeciendo la Nación argentina de la mano de los Kirchner.
La primera de ella arremete contra el alma nacional, pervirtiendo nuestra cultura, trastocando nuestros valores, y destruyendo la célula básica de la sociedad. La segunda, arrasa a la Nación en lo material, saqueando sus recursos económicos y subordinándonos a los intereses de la extranjería.
Es cierto que este embate contra la nacionalidad tiene hondas raíces en el tiempo, sin embargo lo que aquí queremos subrayar es que precisamente desde que el siniestro matrimonio K asumió la conducción de los destinos patrios, este proceso de destrucción de la Argentina entró en su fase final, y hoy se encuentra a punto de alcanzar su máximo objetivo: la aniquilación y la disolución total de nuestra Nación.
En el primero de los órdenes consignados, el gobierno esta a punto de perpetrar un tremendo golpe en contra de la institución familiar mediante un proyecto de reforma del Código Civil que se inspira en el más crudo progresismo anticristiano. De concretarse dicha iniciativa la familia dejará de existir como tal, y se pasará a llamar familia a cualquier cosa, a cualquier unión pasajera, producto del libertinaje y de la degeneración.
En efecto -según se ha adelantado-, con la nueva legislación ya no habrá más padres y madres, sino simplemente relaciones filiatorias; los hijos podrán ser anotados con cualquier apellido, y si no hay acuerdo al respecto se precederá a un ridículo sorteo. En el matrimonio ya no se hablará mas de hombre y de mujer, solo de contrayentes; y entre estos ya no existirá mas el deber de fidelidad; en consecuencia la figura del adulterio desaparecerá, y nadie considerará malo algo que la ley permite. Los divorcios serán “express”, las personas se podrán divorciar cuando así lo quieran, sin tener que demostrar nada y sin mayores tramites. Cualquier unión convivencial de parejas no casadas tendrá los mismos efectos que el matrimonio. Todo esto entre otras “conquistas” de igual tenor.
Es por ello que, en su programa “Claves para un mundo mejor” del día 21de abril, Mons. Aguer dijo: “lo que se esta proponiendo es una nueva estructura de la sociedad argentina”; y no exageró para nada el señor arzobispo, estamos ante un proyecto ingeniería social que avanza a pasos agigantados hacia la disolución del orden natural en la organización social. Quiera Dios que todos los pastores estén a la altura de estas circunstancias.
En el segundo frente en que nuestra Patria es agredida, es decir en el plano político y económico, uno de los temas que más acaparó la atención pública últimamente es el de la estatización de YPF.
Al respecto, y antes que nada, digamos lo siguiente: los nacionalistas siempre sostuvimos que los recursos energéticos estratégicos deben ser de propiedad exclusiva del Estado, y que por ende deben estar bajo su control.
Ahora bien, lo que esta por hacer el gobierno no tiene nada que ver con lo arriba expresado. Ni el petróleo será de los argentinos, ni YPF volverá a estar bajo el control del Estado nacional.
En efecto, si bien el gobierno expropiará el 51 % de las acciones de Repsol (dejando a salvo las acciones del grupo Esquenazi, del cual se sabe que esta ligado a los Kirchner), no obstante ello, casi la mitad de esas acciones pasaran a estar en manos de las provincias, con lo cual el Estado nacional solo tendrá el 26 % del total de las acciones de la empresa.
Y lo que es mas grave, YPF esta vaciada, es decir al borde  de la quiebra, tal como el gobierno mismo lo reconoce (obviando su responsabilidad en ello) pues Repsol giró todas las ganancias al exterior y no hizo las inversiones que debía haber hecho; por lo tanto ¿de donde saldrá el dinero para reactivarla? obviamente de capitales extranjeros que lógicamente tomaran el control de la empresa.
Entonces ¿de donde este interés del gobierno por expropiar parte de YPF, siendo que los Kirchner fueron unos de los principales promotores de su anterior privatización? Obvio que la razón es la misma que los inspiró antes: pretenden volver a saquear los dineros públicos y mantenerse en el poder con el favor de los centros financieros internacionales.
Todo esto costará muy caro a los argentinos; y así lo denuncia el licenciado Hector Giulano (24/04/12): “haciéndose cargo del paquete mayoritario de YPF, el Estado cargará una triple deuda publica nueva: los pasivos acumulados bajo la gestión Resol-Eskenazi (unos 9.000 millones de dólares), el futuro financiamiento del plan de inversiones incumplido por Repsol (30.000 millones de dólares) y las eventuales indemnizaciones a la firma española”.
Como se ve, un negocio redondo para los grupos financieros internacionales y para los rapiñadores que están en el gobierno. Lo más lamentable es que todo ello se hace agitando hipócritamente la bandera de la soberanía energética.
Pues bien a los nacionalistas estos impostores no nos engañan, ni nos amordazan; y mientras podamos seguir denunciándolos la Patria aun se mantendrá viva y con  esperanzas. Dios premiará este testimonio macho, con la alborada de un nuevo amanecer. 
 
Dr. Edgardo Atilio Moreno
Editorial Revista Milo Nº 7

miércoles, 30 de mayo de 2012

Sanabria, Pozzi y otros impresentables.

El caso  Claudia Sanabria -“militante social”, concejal y beneficiaria del Plan Argentina Trabaja-, más mediático que otra cosa -como todo “hecho político” contemporáneo-, dividió tajantemente a los opinólogos políticos locales.


Uno de ellos, liderando el top ten de versados en opinología, Leandro Pozzi, sumó sus opiniones al tema. En su artículo “Concejales, dietas, planes, gorilas” (desde hace unos cuatro años no puede faltar el calificativo “gorila” para referirse a quien no tiene la más mínima intencion de creer en la insostenible y gastada mentira oficialista),  tiró frases como estas que bien podrían ser una breve descripción de la partidocracia concordiense, la progre y la no tanto:

“El comunicado del Movimiento Evita, sin embargo mueve a la risa a quien suscribe (Pozzi)”... “Igual de impresentable fue la misiva de Proyecto Sur”…”No deja de llamar la atención que pretendidas siglas de izquierda busquen hacer política de cualquier modo”...”una militancia de izquierda que sin perspectiva de poder suele apelar al escrache de las redes sociales…”.

Nihil novum sub sole. Es cierto. Que en general estos grupos se caracterizan por su rabiosa impresentabilidad ya estamos de sobra enterados. Y cada vez más ridículos a medida que se les va agotando el “discurso” y el reciclaje va dejando de surtir efecto. De lo cual tampoco se escapa el mismo Pozzi si se lee el resto del artículo, plagado de los lugares comunes pro-kirchneristas. Viendo el título nomás ya nos podemos ir haciendo una idea de hacia donde va la cosa. Jamás van a advertir que no hay nada más gorila que la ideología progresista y “derechohumanista”.  

Es cierto también que hay en nuestra realidad sociopolítica cosas mucho más graves, estructurales, de régimen o sistema –sistema del cual forma parte Sanabria y su fuerza política, los que la defienden y la cuestionan-, cuantas cosas de las que "el Soberano" ni se entera; y que quizá muchos de los que la critican a Sanabria sólo lo hacen porque no les tocó a ellos ocupar ese lugar y sangran por la herida o motivados por alguna mezquina interna entre roñosas camarillas. Como también es cierto que la concejal mintió sobre el asunto en su intento de defensa, lejos de arrepentirse por su falta. En resumen, que hay cosas más graves, hay cosas más graves. Y la concejal no obró conforme al cargo que ocupa y a lo que representa. Como dijo el concejal Zadoyko “Sanabria se equivocó, pero lo malo es que no lo reconoció”. Y se equivocó en un momento en que la situación viene mal para muchos y estos mamarrachos se presentan como garantes de la justicia social.

Pero resulta que el caso de la concejal Claudia Sanabria no sería el único de la misma naturaleza en el HCD de Concordia, por lo que publicara el diario El Heraldo en su edición del día sábado 26/05, refiriéndose a la concejal “Nené”. Para colmo de males salen a la luz justo cuando en la provincia se detienen obras públicas precisamente por falta de fondos, y estos señores/as deberían, por lo menos, dar el ejemplo de honestidad y austeridad a todo el pueblo argentino. ¿Si no para qué están donde están? Lo cual es muy difícil no relacionarlo con lo que pasa en la Administración Pública a nivel nacional (Yoklender-Gorkin, Bonafini, Budú, Jaime, Micelli, Cirigliano -empresario K de TBA-, Kirchner -enriquecimiento ilícito, “sobreseído” igual que Menem-, etcétera), que como bien ya se la definió no es más que “menemismo con derechos humanos”.

Mucho garganteo por la verdad, la memoria, la justicia, los derechos humanos, la distribución de los ingresos, Malvinas, la nacionalización de YPF y la lucha antimonopólica…pero el saqueo y el chorreo (espiritual-moral-material) de esta nueva oligarquía partidocrática está a la orden del día. Y eso sí es grave.

Todo esto podrá sonar muy “gorila”, pero la única verdad es la realidad.



martes, 29 de mayo de 2012

Dichos gastáldicos, dichos bonélicos.

¿Te acordás hermano...los dichos aquellos? 

El pasado 24 de mayo el Prof. Rubén Bonelli dio su testimonio en el marco de la causa “Harguindeguy y otros”. Según parece a varios dejó admirados por la calidad de su declaración y así lo hicieron saber.



En relación a este extraordinario hecho el diario EL Heraldo no se pudo contener y publicó lo siguiente:


“La declaración en la causa Harguindeguy, por delitos de lesa humanidad, que efectuó el Delegado de Derechos Humanos en la costa del Uruguay, Prof. Rubén Bonelli, mostró un trabajo impecable que se ha venido haciendo silenciosamente desde hace años. Lo llamativo del caso es que con su testimonio y aporte de documentación se abrirían dos causas más que implican al menos a unas 30 personas perjudicadas por la dictadura militar en nuestra ciudad”.

Por su parte el primer diario digital de la región de Salto Grande -único "mérito" que parece ostentar- “Diario Junio Digital” informó lo siguiente:


“El último en brindar su testimonio fue Rubén Bonelli, quien se desempeña como Subsecretario de Derechos Humanos de la región…A continuación narró la detención de la que él fue víctima junto con otros compañeros el 11 de mayo de 1980. Dijo que fueron detenidos por personal de la Policía de la Provincia y que también había dos personas de traje que participaron del operativo. Al respecto dijo que gracias al accionar del doctor Roque Mario Tito y del periodista Claudio Gastaldi que hicieron un Habeas Corpus ellos dejaron de ser detenidos clandestinos y pasaron a ser detenidos legales”.


Hasta acá todo muy lindo. Impecable trabajo del secretario de derechos humanos. Pero hete aquí que en la edición digital del 24/03/2005 de Análisis Digital nos topamos con una nota del periodista de Concordia Claudio Gastaldi (diariojunio.com) titulada “La dictadura no une, divide”, donde su autor expresa lo que sigue:


“En el medio y como el diablo, el gobierno metiendo la cola a través de inescrupulosos operadores como el inefable Rubén “Mengue” Bonelli y el reaparecido Tilo Santich, dispuestos a cualquier mandado execrable por un mendrugo”.


Así nomás, sin anestesia. Confesamos que Gastaldi nos dejó a todos con muy pocas ganas de creer en los dichos "bonélicos".

Nos preguntamos, entonces, ¿seguirá pensando lo mismo C. Gastaldi?, o sea, ¿sigue siendo Bonelli ese “inescrupuloso operador” que corre tras un mendrugo sirviendo a un diabólico gobierno? Así como afirmó Bonelli en su declaratoria que “Dasso sabe muy bien dónde están, ¿Gastaldi sabe muy bien de lo que escribe -o escribió-?

Cosas que pasan.


Libertad para un patriota. Por Alberto Buela

Otro preso del “gobierno nacional y popular de los kirchners y los cámporas”. 

El 23 de mayo de 2012 fue detenido Enrique Graci Susini, conocido por los amigos como el Mono Graci.   No somos nosotros los que en mejores condiciones de hacer la apología de Enrique, porque hay otros amigos y compañeros que lo conocen mucho más. Nosotros solo lo conocemos desde 1971/72, hace sólo cuarenta años.
Estuvo preso durante la dictadura militar pues cuando fue a entregar su cargo de jefe de policía de San Juan en el gobierno de Eloy Camus le dijo al mayor que lo detuvo: Uds. son unos gorilas se van a robar todo.
Fue jefe de campaña de Italo Luder en el 83 y tuvo que exiliarse en Méjico y Uruguay perseguido por el liberal de Menem. Además en el 55 se tuvo que exiliar con su padre y familia en Venezuela. De modo tal que del Mono, como cariñosamente lo llamamos los amigos, siempre tuvo que bailar con la más fea.
Ahora, en el atardecer de su vida, está orillando los setenta años, gozando de la magra jubilación mínima (258 dólares por mes o 1.600 pesos), viene el gobierno “peronista” de Cristina Kirchner y lo mete preso.
Él que estando en la cárcel en la celda pegada a la de Dardo Cabo, escuchó cuando éste le anunció cuando lo sacaron de la celda: Mono, me van a fusilar. Él, va preso por el “gobierno nacional y popular de los kirchners y los cámporas”.
Es una injusticia que clama al cielo.
No se van a levantar voces mediáticas reclamando por la libertad de un patriota. Un luchador de la causa nacional y popular. Un hombre insobornable. Un testigo irrecusable de la decadencia argentina. Un hombre incorruptible. Un testigo de la verdad. Un hombre que puede decir como le dijo Juan de Garay a Felipe II: “nada me reconoce el Consejo de Indias a un hombre que dio cuarenta años abriendo puertas a la tierra en América, en tierra de pobres”.
El Mono se va a reponer de esta porque es un hombre íntegro. Es un spoidaius griego y un vir romano.
Y estos hijos de puta que hoy lo metieron preso, vendrán, pasados los años, a explicar que ellos no tuvieron nada que ver.
¡Viva la Patria! ¡Viva el peronismo como revolución inconclusa!. ¡Viva la revolución que todavía tenemos que terminar!

 

 

domingo, 27 de mayo de 2012

Con las manos en la lata me agarraron...

Concejales de consigna "nacional y popular",
de mi parte les propongo vayanse a cag...

Al mismo tiempo que en la provincia por falta de fondos se paran las obras de la autovía de la Ruta Nac 14 y se continúa sin prisa pero sin pausa con la gigantesca farsa de los juicios "por la verdad", en uno de los cuales el Prof. Ruben Bonelli mostraba su "impecable trabajo que se ha venido haciendo silenciosamente desde hace años", alguna pícara señora silenciosamente sin rendirle cuentas a "su pueblo", digna discípula de Hebe y Carlotto, representante del descaro y el verso, devenida funcionaria pública sin otro mérito aparente que el de ser pariente de desaparecido, sigue estafando al pueblo de Concordia al que supuestamente representa, si total...

Dice diario El Heraldo: "Los comentarios sobre la incompatibilidad de cobrar dieta de concejal y otros sueldos continúan al por mayor (Leer la ley orgánica de municipios 10.027 artículos 72 inciso F y 73). Otra concejal con 3 A en su apellido, también estaría siendo sindicada como la de mayores ventajas de multisueldos, no solo personales si no también de sus hijas y yerno. Una hija y su pareja contratados en el Concejo, pero asesorando desde Córdoba, la restante, como un gesto más de su corazón, en planta permanente. (Son 3 mujeres con 3 A en su apellido, por eso le dejamos algunas pistas más de los dimes y diretes, para que usted pueda develar de qué se trata)".

Después de estos casos lamentables ocurridos en la actividad política concordiense ¿habrá quienes digan todavía que a la politica le falta más participación femenina, es decir, más igualdad y menos discriminación?, ¿para qué?.

A todos estos estafadores del pueblo y del Estado, ¿quién los va a juzgar? ¿Enfrentarán a los tribunales de la justicia democrática cuando tengan que dejar sus cargos en la función pública? ¿Para esto quieren la sacrosanta democracia?

martes, 24 de abril de 2012

PRIVATIZAR O NACIONALIZAR: ESA ES LA CUESTIÓN

Muchos argentinos sintieron revivir el fervor nacionalista después de que la presidente Cristina Kirchner hiciera su sorpresivo anuncio de la nacionalización de YPF luego de veinte años de control por parte de la petrolera española Repsol. ¡Los españoles, británicos y los medios de difusión occidentales están furiosos con la Argentina! El presidente de Repsol, Antonio Brufau, indicó que Argentina “tendrá que pagar el precio correcto por estas acciones equivocadas”. La calificadora de riesgos Moody redujo la clasificación de la acción de YPF de B3 a Ba3; el 'premier' español, Mariano Rajoy, declaró que Argentina se “enfrentará al aislamiento diplomático y a la paralización de las inversiones”. ¿De qué se trata realmente? En primer término, no nos dejemos confundir por el discurso aparentemente “nacionalista” de la presidenta Kirchner, ya que para poder expropiar y nacionalizar a YPF hoy, fue primero necesario privatizarla ayer. Eso ocurrió en 1992 bajo la presidencia del Carlos Menem, y fue debidamente orquestado por su ministro de economía Domingo Cavallo dentro del marco de la capitulación argentina ante los Dueños del Poder Global, según lo describiéramos recientemente en:http://actualidad.rt.com/mas/blogs/salbuchi/blog_38194.html. En aquel entonces, para poder privatizar YPF a favor de Repsol de España, Menem necesitaba contar con el apoyo de las ocho provincias argentinas productoras de petróleo, una de las cuales es la de Santa Cruz, en el sur patagónico, cuyo gobernador por esos días era Néstor Kirchner, mientras que su esposa (y actual presidenta) Cristina, era diputada nacional por Santa Cruz. Los Kirchner prestaron su acuerdo a apoyar la privatización predatoria de YPF si el gobierno Menem le pagaba a Santa Cruz 654 millones de dólares en viejos royalties mal liquidados de YPF. Menem y Cavallo rápidamente prestaron su acuerdo; los Kirchner recibieron sus 654 millones de dólares en abril de 1993, que inmediatamente sacaron del país depositándolos en bancos extranjeros en paraísos fiscales y…. ¡desde hace 19 años que no se sabe nada más de ellos! No habrá de sorprender, entonces, que ello coincidiera con el inicio de la carrera política super-meteórica de los Kirchner, y su repentino y grosero enriquecimiento personal. Desde hace años, una parte importante y creciente de la opinión pública argentina viene presionando para que se lleve a cabo una investigación seria y profunda respecto de qué pasó con aquellos cientos de millones de dólares –auténticos “desaparecidos” de los Kirchner– mas nada se ha logrado: los tribunales argentinos, diversas ONG locales como Poder Ciudadano, el Defensor del Pueblo, la Oficina Anticorrupción y los multimedios locales jamás quisieron saber nada con meterse en este asunto. ¡Así son las cosas bajo la “democracia” argentina! Muchos sospechan que gran parte de aquellos fondos desaparecidos fueron reciclados y se los trató de blanquear hacia fines de 2007, cuando los Kirchner –en extraña sincronización con Repsol que luego de años de expoliar a YPF quiso tomar cierta distancia, dadas las enormes inversiones que la explotación del petróleo tipo 'shale' demandan– maniobraron para que el 14,9% de las acciones de YPF fueran vendidas a Eduardo Eskenazi, banquero local, financista y socio informal de los Kirchner. Al poco tiempo, en febrero 2008, otro 10,1% fue adquirido por el Sr. Eskenazi, llevando sus tenencias en YPF al 25%: un jugoso negocio para él (y sus “desconocidos socios”), ya que vienen 'pagando' por esa inversión… ¡con los beneficios de la propia YPF! Los “amigos” españoles de los ingleses Muchos observadores dentro de la Argentina y en el exterior creen ver una conexión entre Repsol y el Reino Unido; más puntualmente con la petrolera británica British Petroleum, pues Repsol pudo haber actuado como una suerte de testaferro de los ingleses viabilizando elegantemente la privatización de YPF en 1992 a intereses británicos. Claramente, hubiera quedado muy feo que YPF, perla de la corona de empresas públicas argentinas y símbolo del fervor nacionalista argentino, se hubiera vendido a los “piratas ingleses que usurpan nuestras Islas Malvinas”. ¡Cuán oportuno entonces que los amigos españoles de los ingleses aparecieran en escena! Después de todo, España es la 'Madre Patria' de Argentina, ¿no? Claramente, España jugó un papel geopolítico fundamental en el “proceso privatizador” menemista, seguramente reflejando los vínculos tradicionalmente estrechos que existen entre Borbones españoles y Mountbatten ingleses. En aquél momento, el caso prueba -el leading case, como dicen los norteamericanos– para iniciar el proceso de privatizaciones fue cuando la línea aérea española Iberia 'compró' a Aerolíneas Argentinas: ¡insólita privatización considerando que Iberia es una empresa del Estado español! En fin: un detalle nimio que no evitó que Iberia inmediatamente procediera a vaciar y destruir a Aerolíneas Argentinas, llevándose de vuelta a la 'madre patria' repuestos, turbinas, aeronaves, simuladoras de vuelo de alta tecnología… Un despreciable robo perpetrado por godos ingratos que olvidaron que la Argentina de Perón le dio de comer a la España de Franco luego de la Segunda Guerra Mundial y… ¡un mal presagio para la pobre YPF! ¿Quiénes son realmente los dueños de YPF? Con esta expropiación por parte de Cristina Kirchner, los dueños de YPF quedarían como sigue: 26% del Estado Nacional Argentino; 25% de las ocho provincias argentinas productoras de petróleo; 24,5% del grupo financiero local Eskenazi, íntimamente ligado a los Kirchner y su tropa; 6,0% de la Banca Lazard Freres; 5% de Eton Park: Goldman Sachs, Minsich, Rosemberg; 2% del Grupo Werthein y 6,5% de Repsol. Resulta interesante observar que esta estructura accionaria dejaría el 44% de YPF en manos de entidades salidas del más íntimo riñón áureo de las finanzas internacionales, que mantiene notorios apetitos geopolíticos y territoriales sobre la Argentina, notablemente aquellos relacionados con el sionismo. YPF: la 'Vaca Lechera' de Repsol Los argumentos oficialmente esgrimidos por la presidente Kirchner para expropiar YPF dan cuenta del vaciamiento perpetrado por Repsol, que expolió los activos financieros de la empresa, la falta de inversión e insuficiente producción y exploración que terminó obligando a la Argentina a importar combustibles. El decreto presidencial se refiere a “la estrategia de carácter predatorio ejercida por Repsol como controlante de YPF, que tuvo serias consecuencias para la economía nacional y seguramente se profundizará si el Estado no toma intervención en el funcionamiento de la Empresa”. Es verdad: hasta ahí todo bien, pues Repsol efectivamente le impuso a YPF una “estrategia de reducir sus niveles de producción”, generando así por primera vez en 17 años un déficit comercial en materia de petróleo y gas, que le costó al país más de 3.000 millones de dólares. En verdad, en 1997 YPF proveía el 42% del petróleo argentino y el 35% de su gas mientras que en 2011, esos niveles habían caído al 34% (petróleo) y 23% (gas). Según da cuenta un despacho de la agencia de noticias británica Reuters fechado el 16 de abril, en 1999 Repsol tomó la “decisión desastrosa” de fusionarse con YPF, ya que al poco tiempo, en 2001 y 2002, Argentina cayó en el peor colapso financiero de su historia. Eso “hizo que YPF, de ser la 'perla de la corona' de Repsol terminara siendo un torpe albatros, aunque siguió brindándole a Repsol sustanciales flujos financieros que reinvirtió en otras partes del mundo. El uso y abuso que hizo Repsol de YPF utilizándola como 'vaca lechera' ('cash cow') irritó al Gobierno, y la venta parcial de la empresa no mejoró las cosas”. De manera que “Repsol prefirió expoliar a YPF llevándose sus dividendos en lugar de invertir en la misma”. Nacionalización: ¿por qué justo ahora? Como con todo tema complejo, el caso de YPF no puede definirse en términos absolutos como blanco o negro. Sin embargo, sopesando un cúmulo de factores, se puede decir que la decisión de Kirchner de nacionalizar y expropiar YPF conforma una decisión correcta (debido a que la Argentina debe ejercer control soberano sobre sus reservas e ingresos petrolíferos), tomada por las personas equivocadas (dado que los Kirchner son directamente responsables de haber permitido y posibilitado la catastrófica y fraudulenta privatización de YPF a favor de Repsol hace 20 años, por cuyo comportamiento fueron compensados con una enorme cantidad de dinero por Menem y Cavallo), y por las razones equivocadas (los Kirchner necesitan imperiosamente acceder a los flujos financieros y garantías de YPF para que la Argentina pueda seguir pagando los montos crecientes y cada vez más impagables de su deuda pública, lo que coloca a la Argentina más y más bajo el control férreo de los poderosos del dinero global). Sucumbiendo ante las demandas de los mega-bancos globales, en lugar de llevar a cabo una profunda y completa investigación de la Deuda Externa argentina –cuyas raíces se remontan el régimen ilegal cívico-militar que usurpó el poder entre 1976 y 1983, y buena parte de la cuál puede declararse como 'Deuda Odiosa' bajo la ley internacional– los Kirchner prefirieron el camino más fácil de seguir pagando y pagando… Es así que a medida que se les fueron secando sus fuentes de dinero para pagar la deuda, se vieron obligados primero a nacionalizar los fondos de pensiones AFJP en 2008, y luego a usar cada vez más las reservas del Banco Central. Nuevamente, dos medidas soberanas correctas, tomadas por las personas equivocadas y por las razones equivocadas. Jugando con fuego… Lo que Cristina Kirchner y sus acólitos parecen olvidar en todo esto es que si en materia de petróleo un país empieza a andar a los empujones con el Reino Unido, los Estados Unidos y la Unión Europea, eso puede generarle muchos y gravísimos problemas. Últimamente, Kirchner ha levando su iracunda vocecilla quejándose de la explotación ilegal británica del petróleo en la plataforma continental argentina cerca de las Islas Malvinas…; ahora, nacionaliza YPF. Todo ello en momentos en que las potencias occidentales han dejado muy en claro ante el mundo entero su decisión de militarizar íntegramente sus estrategias mundiales de acceso y control de fuentes petrolíferas (si no me creen, pregúntenles a Irak, Libia, Afganistán o Irán). Para colmo, simultánea e incoherentemente, la Sra. Kirchner también le envía al Reino Unido y a los Dueños del Poder Global fuertes señales de que Argentina tiene vocación pacífica y que jamás se le ocurriría estructurar fuerzas armadas disuasivas mínimamente creíbles: todo ello es música para los oídos británicos, estadounidenses y europeos. En conclusión, o Cristina Kirchner es muy inocente y tontorrona o… quizás esté jugando un rol mucho más sutil dentro de una vasta estrategia global de los dueños del poder mundial, siempre atentos a aprovechar alguna 'excusa' para intervenir militarmente en todo lugar donde quiera que haya importantes recursos petrolíferos.
Por: Adrian Salbuchi Tomado de: http://actualidad.rt.com/mas/blogs/salbuchi/blog_38921.html

24 DE ABRIL DE 1915: GENOCIDIO ISLÁMICO TURCO CONTRA LOS ARMENIOS

24 DE ABRIL DE 1915 NOSOTROS NUNCA OLVIDAREMOS 97 AÑOS DE INJUSTICIA Y DE IMPUNIDAD DEBEMOS HONRAR Y SER DIGNOS DEL APELLIDO LEGADO POR NUESTROS FAMILIARES MUERTOS POR RAZÓN DE LA FE EN JESUCRISTO http://diariopregon.blogspot.com.ar/2012/04/24-de-abril-de-1915-genocidio-islamico.html
"Se trató de una "guerra santa islámica" impulsada por musulmanes criptojudíos sionistas de una secta mesiánica llamada "Dönmeh" (se puede obtener información de la misma en inglés, en la Enciclopedia Judía - Jewish Enciclopedy: http://www.jewishencyclopedia.com/articles/5278-donmeh ). Estos musulmanes criptojudíos mesiánicos sionistas, que seguían a un "mesías" propio (que no es Jesucristo), conformaron un grupo político llamado "los Jóvenes Turcos" que llegaron al poder y acabaron proponiendo el "panturquismo" por el cual Turquía debía erradicar a todo elemento no islámico, principalmente los armenios, que tras cada genocidio volvían a resurgir para ocupar nuevamente puestos sociales y económicos de relevancia a los 75 años, a pesar de las desventajosas condiciones impuestas por el régimen islámico a los no islámicos. También cayeron en el Genocidio asirios, todos en general cristianos de diversos ritos, tanto católicos como de la Iglesia Apostólica Armenia y Ortodoxos. Hubo un genocidio previo de unas 300.000 almas, a fines del S. XIX, que fue además un ensaayo. El Imperio Otomano, con los Jóvenes Turcos en el poder, convocó al servicio militar a los armenios (y cristianos en general) entre los 15 y los 35 años, para someterlos a trabajos forzados o a la muerte, de modo que tras ser convocados, las familias comprobaban que perdían contacto con sus hijos y ya no regresaban porque habían muerto asesinados. De ese modo, los varones que podían defender las familias en caso de agresión, como mayor problema de resistencia, ya no estaban. Al correr la información, muchos trataron de escapar a la convocatoria del Servicio Militar, algunos escondiéndose y otros yendo a vivir a otro lado (con lo cual salvarían la vida de toda la familia al emigrar a otra zona). Quedaban entonces en Turquía niños, mujeres y personas mayores de 35 años, que fueron objeto de una segunda fase del Genocidio. El 24 de abril de 1915, el gobierno turco emite un comunicado por el cual todos los armenios debían retirarse de Turquía, abandonando sus propiedades, y el Ejército fue el encargado en un plan científico y sistemático de ingresar por ciudades cabeceras y ciudades aledañas, y luego en los campos, de ir casa por casa a verificar que no quedaran armenios (de la Iglesia Apostólica Armenia o de la Católica, e incluso protestantes que en aquél entonces eran una ínfima minoría, llo cual fue extendido en general a todo no islámico). Los hechos acabaron en que ingresaban vivienda por vivienda a preguntar a cada habitante si se islamizaba, y en caso contrario debían retirarse en la "caravana de la muerte" con destino a Aleppo a través del desierto. Muchas veces, los que se negaban a islamizarse eran asesinados de las más crueles formas, las mujeres que les gustaban a los genocidas iban con destino a algún harén, los niños a veces eran secuestrados y enviados a instituciones islámicas para su formación no cristiana (los cuales sobrevivían de ese modo, pero mediante conversiones forzadas), mientras que los más crueles tormentos eran realizados a quienes osaban enfrantar la imposición islamizadora. Decapitados, ahorcados, aplastados, fusilados, muertos de miles de formas, las más crueles, y sus cuerpos amontonados exhibidos en las calles como si fuesen "basura". La muerte se había apoderado del Imperio Otomano. Los ciudadanos que acababan en la caravana de la muerte debían dejar sus viviendas, e incluso sus riquezas. Algunos podían llevar algunas joyas, o bienes de valor fácil de transportar, y luego pretendían cambiarlas por agua o algún alimento, y tras entregar esos bienes de valor, eran estafados y aque quien los recibía no les entregaba el bien ofrecido en cambio (agua o alimentos). En la caravana del desierto sucedían también vejaciones a las mujeres, muchas eran despojadas de sus ropas y obligadas a caminar en esas condiciones por el desierto. Charcos de agua mezclados con orín de camellos, acababan siendo bebidos por las víctimas de la "caravana de la muerte" porque no había otra cosa para beber con tanta sed. Sin bienes, sin alimentos, los ancianos y los niños que no resistían quedaban muertos en el trayecto, y una peste de tifus cundió por dodas partes infectando a los viajantes. El camino en esa "caravana" estaba marcado por los cadáveres. Turquía de ese modo acabó prácticamente con la presencia cristiana en su territorio, y estaba concentrando prácticamente a las mujeres y niños que sobrevivían en la caravana en Aleppo, no para su protección, sino que en esa ciudad se produciría el exterminio final. Hubo una resistencia armenia a su vez, pero no alcanzó para detener la horda asesina contra los cristianos armenios. Esa fase final no llegó a concretarse, porque Rusia con sus cosacos que apoyaba a los armenios bajo el Zar, en 1917 pasó a ser comunista, y los cosacos pasaron a ser soviéticos, y la sección de la Armenia Histórica que había proclamado su independencia pasó a ser una nación satélite de la URSS, y porque además acabó en 1919 la I Guerra Mundial y Turquía, que era parte del Eje, perdió. En ese contexto, asume Mustafá Kemal Ataturk, otro miembro de los Jóvenes Turcos islámico criptojudío mesiánico de los Dönmeh, que buscó tapar todo el Genocidio mediante el cambio del idioma turco pasando de caracteres arábes a caracteres cirílicos europeos, para que en el futuro nadie pudiera entender los textos que hicieran referencia a la historia reciente de Turquía, e iniciando el verdadero y único NEGACIONISMO absoluto de un Genocidio que continúa al presente. A Ataturk se lo llama "el padre de la Turquía moderna", ya que europeizó al Imperio Otomano desintegrado tras la derrota de la I Guerra Mundial, en que los hombres dejaron de vestir túnicas para empezar a vestir al estilo europeo, por ejemplo, para obtener una identidad en su concepto más "civilizada" que permitiera tapar las horrendas masacres. Se estiman en un millón y medio los muertos, a lo cual deben sumarse como víctimas los sobrevivientas, así como las secuelas sobre las generaciones futuras al presente. Tal cifra estimativa no es exacta, claro está, pero los censos que refieren la situación demográfica de Turquía son elocuentes. En el mundo, a la fecha, este Genocidio es prácticamente desconocido por la mayoría de las personas ¿por qué será? ¿Acaso los cristianos no somos "seres humanos"?" Emilio Nazar Kasbo

miércoles, 11 de abril de 2012

REFLEXIONES A 30 AÑOS DE LA GESTA DEL ATLÁNTICO SUR


El 30° aniversario de la gloriosa gesta malvinera se prestó, con las excepciones del caso, para que algunos hicieran politiquería barata y otros persistieran en su afán desmalvinizador. En primer lugar, resulta muy contradictorio y poco creíble que un gobierno que terminó de liquidar el aparato de defensa y que instaló en esta área y en la de la seguridad a personajes identificados con la ideología de los “derechos humanos” –y por lo tanto subordinados a poderes supranacionales–, pretenda erigirse en defensor de la soberanía, encabezado por una presidente que no perdió oportunidad de bastardear la gesta del 2 de abril de 1982, haciendo alarde de haber dado la espalda a la inmensa mayoría del pueblo argentino al no concurrir a la plaza del 2 de abril –cuando los argentinos se unieron en forma espontánea, sin subsidios de por medio, para celebrar la recuperación de las Islas–, pero sí a la del 14 de junio, no precisamente para estar con los que se oponían a la rendición, sino del lado de los que querían la paz a cualquier precio. De este mismo pacifismo hizo gala por estos días de “reivindicaciones territoriales”, apelando quizás a la bondad natural del hombre –y de los ingleses, nada menos–, o a la “justicia” imperante en el mundo, con organismos como la ONU, mientras fronteras adentro se encargó como nadie de fomentar la discordia y la descomposición de la sociedad, mediante la sanción de leyes aberrantes y el acomodamiento de jueces garantistas. Para colmo, esta mujer ¿peronista? nos hizo saber que el liberal y gorila general Rattenbach fue un soldado del ejército sanmartiniano; aunque después pretendió excusarse, diciendo que su padre también había sido antiperonista, pero como el mencionado general, nunca desapareció a nadie. Parece que esto último es todo lo necesario para ser alguien honrado.
Igual de lamentables fueron las palabras, por ejemplo, del Ministro de Cultura y Comunicación de Entre Ríos, Pedro Báez, que habló de “aventura bélica”, de “un gobierno al servicio de otros intereses que no eran los nacionales” –y el actual, al que usted está alineado, ni le cuento–, de “un general que tomaba demasiado”, y por supuesto, de que “volveremos a Malvinas por el camino más coherente, porque nos asisten el derecho y la justicia”; debiéndose entender con esto último, y en sintonía con los dichos de la presidente, la renuncia al empleo legítimo de la fuerza, y la confianza ciega depositada en las gestiones ante los organismos internacionales y las potencias imperiales. Que carcajada largarían los ingleses, de escuchar imbecilidades como las que dijo este hombre.
Entre los ex-combatientes también está instalada la división. Así, mientras por un lado la presidente anunciaba la presencia de algunos de éstos en la casa de gobierno, al anunciar la desclasificación del ya conocido y antiargentino Informe Rattenbach, otro grupo, en las afueras, zamarreaba al cipayo Díaz Bancalari. Entre los primeros seguramente se contaban los del CECIM de La Plata, quienes en su momento solicitaron nada menos que el retiro de un cuadro del capitán Giachino del Concejo Deliberante de Mar del Plata. Es evidente que en ellos ya no anida el espíritu malvinero; se han vendido por las migajas que les tira un gobierno tan desmalvinizador como todos los que se sucedieron desde 1982 a la fecha. Recordemos que en el desfile del llamado “bicentenario” no estuvieron los veteranos de guerra –solo un pequeño grupo de ellos que se metió repentinamente, ante el asombro de dos de los grandes responsables de la inseguridad y la indefensión en la Argentina, como Nilda Garré y Aníbal Fernández–, pero sí otras expresiones nauseabundas que ni vale la pena recordar.
En cuanto al tratamiento por parte de los medios, no cabía esperar, en general, nada sensato. Tal el caso, por ejemplo, de esos dos verdaderos canallas llamados Víctor Hugo Morales y Eduardo Aliverti. El siempre muy bien agazapado francotirador uruguayo se encargó, en su programa por uno de los canales de aire, de denostar la gloriosa gesta con dos ex –en todo el sentido de la palabra– combatientes como invitados, quienes no hicieron más que hablar sobre el frío y el hambre sufridos, más la discriminación por su condición de judíos; todo matizado con pasajes de la no menos canallesca película Iluminados por el fuego. Que otra cosa iba a hacer este personaje un tanto desmemoriado –más allá de su adhesión incondicional a la llamada semana de la memoria–, a quien parece se le olvida que en el año 1978 fueron los militares –ante una prohibición de la Asociación Uruguaya de Fútbol– los que le restituyeron su libertad de trabajo. En 1981 recaló en nuestro país, pero no precisamente como exiliado político, sino para satisfacer mejor su insaciable afán de lucro. En cuanto al segundo, justificador de los crímenes del Che Guevara con el argumento de que una revolución sin la eliminación física de opositores a gran escala no es tal, dijo por ahí que la victoria argentina en 1982, de haberse dado, hubiese sido el triunfo del fascismo, por lo tanto menos mal que se perdió. Un cipayo miserable este individuo, que ahora cacarea de lo lindo, pero bien que en su momento se calló la boca, limitándose, como él mismo dijera, a jugar con los “silencios”, el “doble sentido” y otras bobadas. Cuanto “compromiso” en este sujeto, que además parece entender por fascismo todo lo que no huela a zurdo. En esta misma línea estuvieron, por mencionar algunos, los programas producidos por otro personaje especialista en volteretas, el hoy ultra-oficialista Diego Gvirtz, con su impresentable plantel de conductores y panelistas, verdadero amasijo de panqueques y veletas.
Que decir de los “intelectuales”, como Marcos Aguinis, quien a su característico odio a la fe católica le suma su patológico análisis del 2 de abril, “un día trágico que no se debe celebrar”, según sus palabras, y su no menos enfermiza conclusión de que el nacionalismo es la enfermedad de la patria; o los del zurdaje opositor nucleados en ese asqueroso rejunte llamado Grupo de los 17 –Lanata, Walger, Eliaschev, Sabsay, Sarlo, Iglesias y Sebreli, entre otros–, para quienes tendrían derecho a la autodeterminación los Kelpers, individuos trasplantados por los usurpadores ingleses.
En síntesis, el imperialismo tiene a sus mejores aliados en todas estas expresiones. Aunque sientan repugnancia por la heroica empresa de recuperación de las Islas –sellada con la sangre del ilustre capitán Pedro Giachino–, sepan que el Operativo Rosario no fue producto de locura ni de borrachera, ni del propósito de un gobierno por perpetuarse en el poder, sino verdadero y concreto acto de soberanía –para lo cual no importa el origen del gobierno circunstancial, ¿o acaso en las gloriosas epopeyas de la Reconquista y Defensa de Buenos Aires y del combate de la Vuelta de Obligado, teníamos gobiernos elegidos por la “voluntad popular”?–; hazaña que, al menos por ahora, ni en sueños es posible repetir, debido a la incapacidad intrínseca de la partidocracia para emprender acciones de este tipo. El ejercito sanmartiniano no lo constituyen personajes de cuño liberal-masónico, como Rattenbach, Lanusse, Balza o el que se subió a un banquito para descolgar cuadros, por citar algunos, sino los Giachino y Cisnero, Büsser y Seineldín, Estévez y Silva, Robacio y Poltronieri, Verdes y Fernández Cutiellos, Larrabure e Ibarzábal, Hermindo Luna y los hermanos Tadía, y todos los que pelearon por Dios y por la Patria en las ciudades y en los montes contra la subversión apátrida, y en la turba malvinera contra el gringo pirata y hereje.
¡Honor y gloria a los combatientes de las guerras justas contra el marxismo y el imperialismo anglosajón! ¡Malvinas volveremos! ¡Malvinas venceremos! ¡Viva la Patria!

Lorenzo Guidobono

martes, 3 de abril de 2012

EL ABORTO DE AGUINIS - por el Dr. Caponnetto, Cabildo

El martes 20 de marzo, desde las páginas de “La Nación”, el conocido trapisondista que responde al nombre de Marcos Aguinis salió a defender el reciente fallo abortero de la Corte Suprema, mediante un suelto al que tituló “El aliento de vida”; pero que por mejor nombre debió llamarse “Asnología”, e integrar el inquietante repertorio de burradas insignes que bajo tal nombre ha recopilado José Antonio García Ramos.

Varios roznidos aporta el autor a la causa homicida de la Corte, sorprendiendo el primero por su craso determinismo y fatalismo atroz. En efecto —escribe el rucho— si la niña de quince años eximida de toda culpa por eliminar a su bebé no lo hubiera hecho, “esa madre no sería una madre normal y feliz, ese niño no sería una persona equilibrada”.

Cómo ha llegado Aguinis a profetizar ineluctables e irrevocables desdichas, es un secreto que albergará su diván. Cómo se le restituye la felicidad y la normalidad a una mujer que ha matado a un hijo inocente, tampoco se explica. De cuño espartano, en cambio, es su opción por una persona asesinada antes que desequilibrada o enferma. Tal vez ronde próxima la DAIA con su medidor infalible de deslices discriminatorios, para sentenciar si el jumento ha incurrido en tan fatales conductas.

Pero esta fiesta de Crimen Para Todos, que acaba de organizar la gavilla de Lorenzetti —fiel al modelo nacional y popular— ha resultado empañada una vez más, según Aguinis, por “el dogma de la más importante vertiente del cristianismo, que es la Iglesia Católica”, la cual insiste en condenar tan inocuas prácticas restituidoras de la felicidad y la normalidad a las mujeres.

No obstante, y para que nadie lo suponga preñado de animadversión hacia la Iglesia, nuestro garañón confiesa sus simpatías por la misma desde los tiempos en que tomaba “vino del Rhin” en un restaurante de Friburgo, atendido por “monjas simpáticas y al que concurrían muchos sacerdotes”. Por boca de ellos se enteró “sobre los preparativos del Concilio Ecuménico II” [sic], y también por ellos asistió invitado “a ceremonias ecuménicas con protestantes, griegos ortodoxos y judíos, cosa imposible de imaginar en la Argentina de entonces”.

Así, místicamente, entre los brebajes y las comilonas en el Albertus Burse, rodeado de pretes conciliares y de rituales sincretistas, Aguinis descubrió sus ternezas por la Iglesia Católica, la cual —“libre ya de las sanguinarias cruzadas y la delirante Inquisición”— se dedica a “acciones positivas” como la “defensa de la libertad de conciencia, respeto a cultos diversos, intensa acción solidaria con los desposeídos, continuos llamados a la paz, prudente lucha contra los agravios a la democracia”. Una especie de pintoresca ONG, sin la molesta y anticuada preocupación por saber si su Cabeza es Cristo y si Cristo es Dios. “Una secta disidente israelita servida por un personal italiano”, como ironizó impíamente Jorge Luis Borges.

Y tanto simpatiza con esta “iglesia católica” el afamado pollino, que no trepida en aconsejarla bien: que cese de sostener la diferencia entre varones y mujeres, la ilicitud de los medios anticonceptivos y la negativa a que las féminas puedan “acceder al obispado”. Pero sobre todo, que termine de condenar y de reprobar el aborto, porque “ya no es aceptable que se atente contra la libertad de abortar un hijo no querido con el argumento de que se asesina una vida inocente”.

Nadie ose pensar que Aguinis está queriendo desnaturalizar y pervertir a la Esposa del Señor. Tampoco roce alguno su pensamiento con la conjetura maligna de que el celebrante de las gestas del marrano esta befando una vez más el rostro santo de la Barca. No; nada de eso. Tales reconvenciones sostenidas con admonitorio gesto tienen lugar, sencillamente, porque lo contrario le “genera [a la Iglesia] una deserción de fieles”, y no es cuestión de perder la clientela. Bastante escrupuloso estuvo ya el paisano Judas, que devolvió los denarios y encima se ahorcó. Si al fin de cuentas todo lo que habían hecho él y sus empleadores hebreos era prefigurar el fallo de la Corte y matar a la víctima.

La agudeza del rucio no parece dispuesta a detenerse, en esta su nota impar. Habiendo desechado que cuando se aborta se asesina la vida de un inocente (¿de qué será culpable?), acota para una antología del cinismo: “Si la madre y el médico son asesinos por terminar con un embarazo no querido, ¿quién es el asesino de los abortos espontáneos? ¿Dios? ¿Por qué esa «vida inocente» en el vientre materno no es protegida por el Señor Omnipotente? ¿Tocamos el absurdo?”

No es propiamente el absurdo lo que está tocando Aguinis con esta farsa argumentativa, sino algo más trágico que se llama blasfemia. Porque va de suyo que en una muerte naturalmente ocurrida —sea a la edad de la vida que sobrevenga— no hay asesinato alguno, y que un aborto espontáneamente advenido no tiene responsables culposos, sino padres dolientes que jamás podrán olvidar el desgarrón de esa vida trunca. Sabemos empíricamente de qué estamos hablando. Explicarle a tamaño burro porqué el “Señor Omnipotente” nos dona y nos quita la vida o los bienes cuando su justa providencia lo dispone; porqué no abandona a ninguno de sus hijos, mucho menos cuando los llama a su seno, es algo que escapa a sus merecimientos intelectuales y morales. Si el zopenco supiera que Job no es un sustantivo inglés sino el nombre de un personaje veterotestamentario, algo podría colegir al respecto.

Quedaba por alcanzar la cima mayor de la estulticia y de la burdísima ignorancia, y Aguinis conquistó el anhelado trofeo. Sumando a sus muchos títulos —como el de arrebatador de la gloria de Edipo, injuriador de San Cirilo de Alejandría, inventor del Prondec, invertidor de la Cruz o pavo real— decidió convertirse en exégeta bíblico, y nos regala esta perla interpretativa a la que no arribaron siquiera las testas de Spinoza o Teodoreto: “El primer hombre se llamó Adán […]. La versión más difundida es que fue modelado con tierra por las escultóricas manos del Creador. Lo hizo completo, con vísceras y pestañas, con labios y uñas. Era un feto grande. Una «vida inocente», como se dice en la actualidad. Pero no tenía vida. No la tenía y no la tendría si Dios no le insuflaba su espíritu, que vendría a ser el oxígeno que le permitiría respirar. Sin oxígeno (que en la antigüedad no se conocía y se llamó aliento o soplo o espíritu) no habría existido el primer hombre. Los sucesivos nacimientos siguieron ese modelo: una previa configuración, que adquiría vida autónoma al inhalar el oxígeno […]. Formó Dios al hombre (Adán) del polvo del suelo (adamá) e, insuflando en sus narices aliento vital, quedó constituido el hombre como ser vivo […]. Dios insufló «en sus narices el aliento vital y quedó constituido el hombre como ser vivo». Se refiere a las narices, no al embrión. Se refiere al aliento vital, que no puede ser sino el oxígeno. Recién entonces se constituye el hombre como ser vivo, según marcan las Escrituras. No cuando era un simple embrión”.

Una primera y relevante consecuencia se sigue de la hermenéutica aguiniana. Y es que en lo sucesivo, las diferentes y valiosas agrupaciones Pro Vida deberán constituirse en defensoras a ultranza de narices, puesto que por tamaño órgano, está visto, penetra la vida. ¡Cesen los genetistas y neonatólogos sus arduos exámenes científicos sobre la vida y el desarrollo del nasciturus! Es la hora de las pituitarias, el glorioso y postergado turno de los otorrinolaringólogos. Dios hizo vivir a los nasos, no a los embriones; y adelantado fue Quevedo que supo decir aquello de “érase un hombre a una nariz pegado”.

Una segunda consecuencia de la erudita exposición del onagro es el obligado cambio de rumbo que deberán hacer de ahora en más los teólogos de todas las escuelas y corrientes. Al fin sabemos que Dios es un enfermero eficiente, un adelantado de Carl W.Scheele —el descubridor del oxígeno— que con su inmenso tubo a cuestas iba desparramando vida de napia en napia y de trompa en hocico. Por suerte, y con el paso de los siglos, llegaría Cristina Kirchner para abreviar el nombre de tan salvífico elemento, llamándolo “cero”, a secas. Según el neo-biblista Aguinis, antes de que el “feto grande” hecho de barro recibiera su primera bocanada de oxígeno, fuera del vientre materno, no tenía ni tiene vida. Ergo, si la Corte decide achurarlo panza ad intra, aplaudamos el hecho.

Al fin un corolario tercero se desprende del análisis del levita cordobés, y está llamado a revolucionar el universo de la antropología. “Los sucesivos nacimientos” — le hemos leído— “siguieron ese modelo [el de Adán]: una previa configuración, que adquiría vida autónoma al inhalar el oxígeno”. ¡Tantos debates semánticos estériles agitándose en el terreno de la metafísica, de la medicina, de la bioética, y Marcos Aguinis tenía resuelto el dilema valiéndose de un tropo informático! ¿Qué es el hombre?, se preguntaba Hamlet. ¿Qué es el hombre?, nos preguntamos todos. He aquí la respuesta final y unívoca: una configuración, a la que recién se puede tener por viva cuando inhala un poco de oxígeno autónomamente. Como el Windows XP si no lo agarra el virus troyano. La nobel periodización aguiniana no abriga dudas: antes de la oxigenación nasal asistida por un extraño demiurgo neumonólogo, no hay vida; después sí, aunque su duración dependerá de la cantidad de delincuentes que dejen en libertad los mismos jueces garantistas de la Corte Suprema.

Ironías al margen, es demasiado grave que este sujeto indocto y fatuo tenga un espacio público desde el que desgranar el error, la mentira, la confusión y la ignorancia. Y que una vez más, no haya obispo dispuesto a salvar la ofensa que le ha propinado la Iglesia y a reponer el orden alterado. Demasiado grave, incluso, que se justifique el asesinato de las criaturas por nacer con una retorcida y estúpida interpretación bíblica.

Se cuentan por decenas los textos escriturísticos en los que la vida del embrión es considera sagrada e intangible; como querida y premiada por Dios es considerada la tarea de los padres de engendrar un hijo. Embrión, hijo o fruto de las entrañas maternas, no nariz oxigenada por una deidad que nos saca de la hipoxia.

A la vista está el Salmo 138, 13, cantándole al Señor: “Tú formaste mis entrañas, me tejiste en el seno de mi madre”. El libro de Jeremías, en el que Dios dice al profeta: “antes de formarte en el seno materno te conocí” (Jer. 1,5); los pasajes del Génesis en los cuales el Altísimo ordena engendrar y parir; y hasta los mellizos de Rebeca que combatían dentro de su vientre (Gén. 25, 21-22). Cuando el Señor castiga a María con la lepra, Aarón dirige esta súplica: “no sea ella como un aborto, que al salir del seno de su madre tiene ya medio consumida la carne” (Núm. 12, 11). Sin olvidarnos el explícito y conocido pasaje del Libro del Éxodo (21,12), en el que se dispone el castigo recio e inflexible para quienes “trabados en riña dieren un golpe a una mujer encinta, de modo que aborte”. ¿Se humillaba el Apóstol San Pablo cuando se llamaba a sí mismo “aborto” (I Cor. 15, 8), o se estaba ponderando, anticipándose al fallo de Lorenzetti y sus secuaces? Cuando la misma y terrible metáfora es utilizada por San Ignacio de Antioquía, ¿debe entenderse que la rotulación escriturística de alguien como un abortivo es un encomio, o el más agraviante de los epítetos que uno pueda cargar sobre sus hombros para expresar su nadidad?

A la vista de estos escogidos pasajes —que no son los únicos, pues también el Salterio abomina de quienes andan derramando la sangre inocente de sus hijos— es cuanto menos una canallada salvaje valerse de la Biblia para justificar y aplaudir el fallo crapuloso de la Corte Suprema. Cuanto menos, decimos. Cuanto más cabe otro nombre, pero las meretrices no tienen la culpa de todas las filiaciones que le brotan, maguer sus sanitarias prevenciones.

Aguinis dice pertenecer a una camándula de intelectuales opugnadores del Gobierno. Y Cristina se dedica más que a gobernar, a criticar cada artículo de los medios que presume opositores. Aguinis aprueba el aborto. Cristina ha dicho que no lo promueve ni lo busca. ¿No era una buena ocasión para que la presidenta reuniera a sus aplaudidores lacayunos, con alguna de las excusas que lo hace habitualmente, y dijera en público, con la noteja de Aguinis en la mano, que “La Nación miente”, y que su autor incluso destila “un tufillo racista”, al predeterminar quiénes tienen que morir para no vivir padeciendo desequilibrios o traumas?

Ocurre que el antioficialismo de los innúmeros Aguinis es un escandaloso bluff. Son sirvientes del Régimen, esbirros de la democracia, agentes del sistema cuya perversión prohíjan, potencian, usufructúan y medran. Cuando hay que matar inocentes —sus cuerpos o sus almas— están codo a codo con quienes dicen diferir o confrontar.

Y ocurre que la oposición al aborto de Cristina es un fraude inicuo. No sólo porque no ha protestado contra el fallo de la Corte —que contiene a algunos de sus amigos, como un sodomita prostibulario y una atea invertida— sino porque, desde hace años, tiene desplegada y ordenada a sus infernales huestes para impulsar el derecho al aborto en el ámbito legislativo. Tales los casos, entre otros, de María Elena Chieno, Silvia Risko, María del Carmen Bianchi, Gloria Bidegain, Mara Brawer, y un sinfín de esperpentos.

“Es un tema para el debate tranquilo, no para los anatemas”, concluye Aguinis su culposo dislate. Y reclama “un consenso […] que mantenga a la religión —y a la Iglesia Católica en especial— en una postura acorde con las necesidades de la actualidad”.

Las necesidades de la actualidad de Aguinis están sobradamente cubiertas con sus recursos múltiples de betsellerista fenicio y de Epulón sin atriciones. Que se entregue nomás al consenso de sandeces rentadas, con tantos otros de su mísera laya. Pero la primera necesidad de la actualidad de los niños por nacer es la de ser alumbrados, recibidos, criados y educados cristianamente. Sean el fruto de una violación horrenda o del más amoroso acto conyugal. Si lo primero, porque un mal no se remedia con otro mal. Si lo segundo, por razones obvias.

En pos de esos niños por nacer cruzamos hoy espadas. Contra la Corte, el Gobierno, la intelligentzia judía o la inacción lacerante de la Jerarquía Católica.


Antonio Caponnetto

sábado, 3 de marzo de 2012

Argentina: 51 muertos y no pasa nada


En esta semana, en un accidente de tren, murieron en Buenos Aires cincuenta y una personas, todos seres anónimos. Ninguno de ellos vinculados al poder del gobierno actual ni a ninguno de los grupos de presión o poderes indirectos que manejan la sociedad argentina hoy.

Todos de condición humilde que a las ocho de la mañana se dirigían a sus trabajos y quehaceres diarios.

El sistema ferroviario argentino fue privatizado en la época del gobierno liberal de Menem y es usufructuado por grupos económicos a los cuales el Estado les entrega un subsidio mensual para su mantenimiento. En este caso se trata de la empresa TBA (Transportes Buenos Aires) cuyo dueño es el poderoso grupo Cirigliano, favorito de los Kirchner.

Ante semejante accidente se produjeron tres reacciones distintas por parte de los actores que convergen en él: a) el gobierno se presentó como querellante con lo cual evita de entrada ser implicado como corresponsable. b) El grupo Cirigliano atribuyó el hecho a un error humano del maquinista y c) el sindicato de la Fraternidad, que nuclea a los maquinistas, se calló la boca y no dijo nada.

Si Argentina fuera un país serio y no este conglomerado de gente suelta en lo que nos hemos convertido, para resarcir en parte el sufrimiento producido, tendrían que ejecutarse tres decisiones: a) El gobierno, la presidente con el cuerpo de sus ministro, tendría que exigir la renuncia de todos los funcionarios del sector desde el ministro o secretario de transportes hasta el último director del área. b) El grupo Cirigliano indemnizar todos los familiares de las víctimas sin necesidad de ir a juicio y c) El consejo directivo completo del sindicato de La Fraternidad presentar su renuncia indeclinable.

¿Por qué estas tres decisiones? Porque el gobierno, a través de sus funcionarios, no controló a la empresa TBA como corresponde. El personal a cargo no cumplió con su tarea ni estuvo a la altura de sus responsabilidades.

El Grupo Cirigliano ni reinvirtió sus ganancias en la empresa TBA, ni utilizó el enorme monto de subsidios que recibe mensualmente del Estado para mejorar el servicio sino, se sabe, compraba dólares y especulaba en la Bolsa de Valores de Buenos Aires.

Y finalmente, el sindicato de La Fraternidad no cumplió con el primero de los deberes sindicales que es velar por la salud e integridad de sus afiliados en el trabajo. No exigió que el tren estuviera en condiciones “para correr” ese día.

Los 51 muertos no van a renacer. Para Argentina que ha sido una nación “de esperanzas” donde el respeto a la vida personal contaba, pues el hombre no era un simple número de documento de identidad, es necesario que estas tres decisiones que proponemos se tomen en forma inmediata para paliar en parte el dolor que todos sentimos por la muerte de este medio centenar de jóvenes trabajadores argentinos a quienes la indolencia de un grupo empresario inescrupuloso, la de funcionarios corruptos y la de sindicalistas burócratas les truncó la vida en la plenitud.

Alberto Buela

arkegueta, mejor que filósofo

martes, 7 de febrero de 2012

¿DÓNDE VIVÍS, PABLO?

Hace unos días, el señor Pablo Sánchez, articulista habitual de un diario local, titulaba un escrito suyo: “Sembrar desesperanza… ¿una moda nueva?” Allí se preguntaba donde estaban antes los que ahora se empecinan en ver todo mal, cuando según él es todo color de rosa en estos tiempos. Fue así que decidí plantearle algunas inquietudes.
Por ejemplo, Pablo, cuando hablás de los desaparecidos, me hacés acordar a esos personajes de la “cultura” y de la farándula que descubrieron los derechos humanos en estos años de gobierno K. ¿Dónde estabas en aquella época de enfrentamientos entre las fuerzas de la Nación y la subversión apátrida, acaso en la primera línea de fuego? ¿En que bando? Dejando de lado que individuos de la llamada “oposición” y su prensa adicta solo critican buscando llevar agua para su molino, ¿no son una realidad la inflación, los conflictos sociales y la desocupación? ¿Es que confundís el despilfarro de dineros públicos para repartir subsidios a troche y moche, con la generación de trabajo genuino, cuando eso no es otra cosa que puro clientelismo? ¿Quiénes serían, según vos, los poderosos de siempre que quieren quedarse con todo? ¿Los productores rurales, quizá? Informate sobre quienes son los principales dueños de la tierra y de los medios de comunicación –aparte del denostado multimedios, hasta no hace mucho socio del gobierno– en la Argentina, y con quién tienen estrechos vínculos. Las empresas multinacionales que saquean nuestra riqueza minera, ¿con la complicidad de quien creés que lo hacen, Pablo?
Tu prédica pacifista y tu identificación con un gobierno anticatólico por excelencia no se condicen en lo más mínimo con la religión que decís profesar. Te recuerdo lo que nos dijo el justo Job (7, 1): "Milicia es la vida del hombre en la tierra". ¿Dónde estabas, por ejemplo, cuando se sancionaron leyes contra-natura, o días pasados nomás, cuando el INADI y los ahora llamados “colectivos” –en realidad sellos de goma que no representan a nadie– presionaron de mil maneras a una chica de 11 años y su familia para que abortara? ¿Por qué no pudimos leer entonces algunas líneas con tu firma, condenando semejantes atropellos, o refutando los argumentos sinsentido a favor del crimen de un ser humano inocente e indefenso del badulaque y mentecato Leandro Pozzi, o tan siquiera elogiando lo actuado por el juez, el ministro de salud de la provincia o los médicos intervinientes en el caso?
Comparto tu ruego a Santa Clara de Asís, para que te ilumine a vos y a la gran mayoría de los comunicadores que desinforman, ya sea sin mala intención, por cobardía o adrede sirviendo intereses inconfesables.

Lorenzo Guidobono

sábado, 4 de febrero de 2012

Trogloditas

Si en sentido figurado troglodita se dice de alguien bárbaro y cruel, ¿quién es más troglodita?

Un Delegado de AGMER Concordia, Leandro N. Pozzi -ferviente feminista, quien gusta de respirar en la nuca de los nazis hasta la hora final, según él mismo afirmara-, preocupado esta vez porque “mucha información, quizá demasiada, sobre todo de manera superficial y sin el necesario análisis se ha vertido en estos días respecto al caso de la niña de 11 años que resultó embarazada luego de una violación en el Departamento de San Salvador”, decidió dar a conocer su enjundioso y profundo análisis sobre el asunto. Menos mal, lo estábamos necesitando.

Para este delegado gremial lo primero que tenemos que saber es que el aborto no punible es una cuestión de clase, género y poder. A partir de ahí razonar. Viniendo de un militante del PC no podía estar ausente el argumento de tipo clasista. Un argumento que raras veces explica satisfactoriamente algo pero que bien sirve para que quien lo esgrime no pase por ser un simplón troglodita, sino por un versado en ciencias sociales (macaneo liso y llano).


En realidad, poco aporta un argumento de esta índole a los debates, y en general los empobrece, al no tener como meta el conocimiento de la verdad; ni tampoco suele coincidir, como pretenden sus cultores, con la expresión del pensamiento de las clases populares. Basta ver un poquito la historia de los países en donde esa ideología clasista sirvió de justificación para la toma del poder por parte de una minoritaria y activa oligarquía.

No vamos a encontrar en la nota comentada nada que haga referencia a qué es el aborto ni qué es en definitiva eso que lleva la mujer en su seno. Solamente dice que es, no sabemos en virtud de qué, un derecho de la mujer, de ese género oprimido por la sociedad machista, nazi y católica. Suponemos que pensará que eso que lleva la mujer no es más que un conjunto de células. Ya sabemos que el pensamiento ideológico gusta de escamotear la realidad, para así hacerla encajar en sus prejuicios (prejuicios de clase… ideologizada). Porque si en definitiva un aborto es un crimen atroz, un asesinato de un ser inocente e indefenso, poco importa la clase social de la persona que decida hacérselo.

La solución se impone por sí misma: “Urge dejar de lado la obsecuencia con el status quo patriarcal y religioso y plantear en serio educación sexual masiva sin presiones de la Iglesia ni de ningún grupo de poder, anticonceptivos gratis para todos y un aborto seguro, legal, gratuito y público para todas”, nos asegura Pozzi. O sea, urge la obsecuencia con FNUAP (o FNUP, Fondo de las Naciones Unidas para Actividades en materia de Población), OMS (Organización Mundial de la Salud), ACNUR (Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados), UNICEF, FAO, PNUD, OIT, y un largo etcétera de empresas privadas, ONGs y otros tantos "grupos de poder" que apoyan y promocionan el aborto y el uso masivo de anticonceptivos, sobre todo en países en vías de desarrollo.

Porque el aborto sea clandestino o legal no dejará de ser un negocio. ¿Y los hospitales públicos de la Argentina están en condiciones para practicar abortos cuando a menudo no cuentan siquiera con los insumos básicos?

Sorprende que un delegado de AGMER (gremio docente) afirme rotundamente que la educación pública esté fuertemente marcada por las enseñanzas del catolicismo, cuando es un hecho bastante común que hasta los institutos de formación católica han dejado de ser fieles a la doctrina tradicional de la Iglesia; no todos, habrá excepciones, pero esa es, creemos, la tónica dominante.


¿Ignora Pozzi las inclinaciones ideológicas de las autoridades educativas nacionales, provinciales y locales? ¿Pensará acaso que planifican los programas educativos con el catecismo en la mano?

viernes, 27 de enero de 2012

La Cicatriz


Por Antonio Caponnetto


Suele hablarse corrientemente de malos y buenos enfermos, entendiéndose por estos últimos a aquellos que cooperan con sus médicos, que ponen tesón para salir del trance, y que -sin demasiadas quejas- son dóciles a las indicaciones requeridas, aunque resulten exigentes y dolorosas. No es una caracterización completa, pero resulta adecuada.
Cristianamente hablando, sin embargo, el buen enfermo posee otras cualidades, principalmente si el daño que lo aqueja puede poner en riesgo su vida. Por lo pronto se pondrá en paz con Dios, pedirá sacramentos y plegarias que lo encomienden y, sobre todo, aceptará con humilde resignación su condición de creatura transitoria, vulnerable y frágil, como somos todos los mortales. Quien estudie –como lo ha hecho, por ejemplo Emilio Mitré Fernández en su La muerte vencida- la actitud que solía tener el hombre medieval frente a la infirmitas y al desenlace fatal de la misma, se hallará con la prevalencia de un talante piadoso, que todo lo contemplaba sobrenaturalmente.
Es que para un católico serio, que aplique el principio de la analogía, el primer grado de salud lo ocupa la sobrenatural; el segundo, la espiritual o mental, y recién el tercero la salud corporal. Si la enfermedad de la primera es el pecado y el de la segunda el error, el de la tercera lo es cualquier morbo que ande causando daño al organismo. Pero como bien ha notado el Padre Basso, de la mano de Santo Tomás, el desorden y la desproporción consisten en preferir esta última salud a las anteriores. Así como en desaprovechar la enfermedad del cuerpo para no meditar en las otras que tanto más necesitan de nuestra cura. Es el eterno tema tratado en el episodio del paralítico, y resuelto, claro, por la palabra veraz de Jesucristo. Lo más importante es salvarse, no abandonar la camilla y regresar caminando a la casa.
Como era previsible, tratándose de una mujer vulgar e irreligiosa, ninguna de estas consideraciones se hizo presente en Cristina de Kirchner desde el instante en que anunció su dolencia. Y si no ha titubeado en capitalizar ideológicamente la muerte de su propio esposo, tampoco dudó en hacerlo con su afección. Aquel campamento brutal y simiesco,instalado ante las puertas del Hospital Austral durante los días de su internación,y los comunicados del vocero oficial -quien con tono de relator futbolístico iba narrando la goleada contra el cáncer,celebrada por los barras- quedará grabada a fuego en las crónicas de la abyección y del grotesco.
En rigor,la actitud personal y politica de la presidenta ante el achaque fue tan degradante como la que suele ostentar de ordinario. Para ella y ellos –exhibicionistas de éxitos mundanos y de vanaglorias terrenas- no existe nada parecido a la contemplación de las postrimerías, al ofrecimiento del dolor, a la situación límite del alma contrita y suplicante. La democracia es el carnaval, con mascaritas obligadas a fingir esplendor aunque estén carcomidas por dentro. Y Cristina, claro, en el núcleo más infamante del corso, debe conservar esa burlona risa de acróbata, de la que habla Bergson ,para hacerle creer a la plebe que tras mil acrobacias nada puede pasarle. Sea la suya un alma sin Cuaresma, sin atrición, sin anonadamiento, sin genuflexión ante el Autor de la Vida y de la Muerte, y que sepa Él donde alojarla cuando traspase los lindes de la tierra.
Pero faltaba lo peor y sucedió. En su primera aparición pública -tras el rescate de la tiroides del tumor maligno que la amenazaba- Cristina Kirchner habló de un “milagro”, le agradeció a Dios y a la gente, y sostuvo que el amor puede más que el odio. Porque necesitada de quien gritara “¡viva el cáncer!”, y no hallándolo, era menester inventar, no una gesta, como suponen algunos, sino una nueva variante de la lucha de clases: la del pueblo que quería su saneamiento contra los monopolios destituyentes que clamaban metástasis.La ficción no cesa nunca, ni siquiera ante lo que merecería mayor compostura.
Ahora bien; se puede llamar milagro a un mal diagnóstico, que no habrá ninguna voz eclesial que pida respetar la integridad de los términos. Al contrario, no faltará prete que sostenga que ella merece hasta la suspensión de las leyes naturales, o que, al fin,la mediación de Néstor ha entrado en franca competencia con la del Gauchito Gil. Se puede invocar al amor,con rostro atrabiliario y voz furente, en una sala atestada de odiadores profesionales, de rencorosos de oficios, de artesanos del resentimiento y de la venganza, que nadie osará tampoco marcar la contradicción flagrante. Pero nos perturba e indigna el agradecimiento a Dios, y no queremos guardar silencio cómplice frente a tamaño desafuero.
¿A qué Dios agradece Cristina? ¿Al que ultraja aprobando el matrimonio contra natura, violando el Decálogo,promoviendo ideas y personajes enrolados en el ateísmo militante, befando a la Iglesia, dejando impunes a los incendiarios de pesebres, retirando imágenes marianas o crucifijos de los lugares públicos? ¿A qué Dios agradece? ¿Al que ignora y pisotea en cada acto de su tiranía, en cada gesto altanero, en cada palabra petulante y frívola? ¿Al que ataca con sus programas y textos de estudio plagados de materialismo, al que despoja de su cetro a cada paso de su modelo “nacional y popular”, para sumarse a los intereses de los deicidas, al manifiesto regocijo de los masones, y al acompañamiento de legiones de crápulas sin Fe? ¿A qué Dios agradece esta mujer,en cuyo pecho los pecados capitales nadan a sus anchas? Es simple y trágica la respuesta: al que profanó públicamente, con horrible sacrilegio,el día que asumió su segunda presidencia, y decidió jurar por una divinidad potencialmente demandante en paridad de condiciones con Kirchner. Su agradecimiento, en suma, tiene un sólo nombre y es blasfemia.
Cuando Shakespeare trazó el perfil glorioso de Coriolano, en su obra homónima, recordó que el honroso guerrero se había negado a mostrar a la plebe sus cicatrices recibidas en combate, tal como le exigían los demócratas para ganar los votos del gentío. “Preferiría que mis heridas estuvieran por curar, antes que oír decir cómo las recibí. No puedo ponerme la toga de candidato para desnudarme y rogarles que, en obsequio a mis cicatrices, me den el voto. Os suplico: ¡dejadme prescindir de esta costumbre!”. Después Beethoven le regalaría una obertura en su homenaje, que todavía hoy escuchamos estremecidos.
Cristina hizo exactamente lo contrario. Con un lenguaje tilingo –que recuerda al que Landrú sabía poner en boca de dos señoritas banales y futiles- blandió impúdicamente su cicatriz para victimizarse, como lo hace con su viudez o con su luto y su duelo. Porque en personajes de su catadura cualquier recurso es válido para captar sufragios o alimentar los espejismos de la masa. La virtud de la gravitas le es ajena. Otrosí la de la circunspección y el recato. La noción romana de decus no podría aplicársele jamás. Si no Beethoven, de seguro Boudou le pondrá música mañana a esta nueva barrabasada de su mandante.
Era Anzoátegui el que decía que las únicas condecoraciones válidas para un soldado debían ser sus cicatrices; y que la tragedia moderna consistía en que ahora no quedan más cicatrices que las de alguna apendicitis de urgencia. He aquí toda la gloria que puede exhibir esta mujer que vive imaginando confrontaciones contra supuestos enemigos: el tajo horizontal del que extrajeron su tiroides.
Marechal supo cantar algo superior al respecto. “El dolor de la patria me atravesó el costado. La cicatriz me dura”.
Permita el Señor de la Salud que esta cicatriz nuestra, y de todos los patriotas cabales, cauterice algún día.Que nos sea suturada con el agua, con la sangre o con el fuego. Con el rocío de algún ceibo o el fulgor de alguna estrella argentina. Con el aire sanante de una patria nueva, surgido del soplo mancomunado y altivo de quienes todavía no se rinden.

miércoles, 25 de enero de 2012

P. José Gabriel del Rosario Brochero


El 26 de enero de 1914 en su lecho de muerte partió para la casa del Padre mientras decía apretando el crucifijo entre sus manos:
'Yo me fío de la Misericordia de Dios'.
'Cristo lavó mis pecados en su sangre...', decía Brochero y esto es lo que siempre recordaba en su corazón cuando pensaba en Cristo. Por eso decía a sus paisanos haciéndoles mirar la cruz de la Capilla de la Casa de Ejercicios: 'En la cruz está nuestra salud y nuestra vida... la fortaleza del corazón, el gozo del espíritu... la esperanza del cielo... ¿Tendremos valor para mirar al Salvador sin conmovernos y sin resolvernos a seguirlo, aunque sea caminando por el medio de la amargura, y aunque sea derramando nuestra sangre gota a gota hasta exhalar el alma?'. (Plática sobre la última Cena de Jesús).

BREVE BIOGRAFÍA DEL CURA BROCHERO

El Venerable Siervo de Dios José Gabriel del Rosario Brochero nació en los aledaños de Santa Rosa de Río Primero (Córdoba, Argentina) el 16 de marzo de 1840. Era el cuarto de 10 hermanos, que vivían de las tareas rurales de su padre. Creció en el seno de una familia de profunda vida cristiana. Ingresó al Colegio Seminario Nuestra Señora de Loreto el 5 de marzo de 1856 y fue ordenado sacerdote el 4 de noviembre de 1866.

Desempeñó su ministerio sacerdotal durante laepidemia de cólera que desbastó Córdoba.A fines de 1869 asumió su extenso Curato de SanAlberto, de 4.336 kilómetros cuadrados, con poco más de 10.000 habitantes que vivían en lugares distantes, sin caminos y sin escuelas, incomunicados por lasSierras Grandes de más de 2.000 metros de altura. Elestado moral y la indigencia material de sus habitantes eran lamentables. El corazón apostólico del P. Brocherono se desanima, sino que desde ese momento dedicará su vida toda no sólo a llevar el Evangelio sino a educar y promocionar a sus habitantes.

En 1870 comenzó a llevar a hombres y mujeres a Córdoba, para hacer los Ejercicios Espirituales. Recorrerlos 200 km. requería tres días a lomo de mula, con unacaravana de quinientas personas. Al regresar, después de nueve días de silencio, oración y penitencia, susfeligreses iban cambiando de vida, seguían el Evangelio y buscaban el desarrollo de la zona.

En dos años, con sus feligreses, construyó la Casa de Ejercicios de Villa del Tránsito (localidad que hoy lleva su nombre). Fue inaugurada en 1877 con tandas que superaron las 700 personas, pasando por la misma, durante el Ministerio parroquial del Venerable Cura Brochero, más de 70.000 personas. También construyó la casa para las religiosas, el Colegio de niñas y la residencia para los sacerdotes.

Construyó más de 200 kilómetros de caminos y varias iglesias, fundó pueblos y se preocupó por la educación de todos. Solicitó ayuda ante las autoridades y obtuvo mensajerías, oficinas de correo y estafetas telegráficas. Proyectó el ramal ferroviario que atravesaríael Valle de Traslasierra uniendo Villa Dolores y Soto (provincia de Cordoba, Argentina)para sacar a sus queridos serranos del 'abandono detodos, pero no de Dios', como solía repetir.

Predicó el Evangelio asumiendo el lenguaje de sus feligreses para hacerlo comprensible a sus oyentes.

Celebró los sacramentos, llevando siempre lo necesario para la Misa en su mula 'Malacara'. Ningún enfermo quedaba sin los sacramentos, para lo cual ni la lluvia ni el frío lo detenían. 'Ya el diablo me va a robar un alma', decía.

Se entregó por entero, especialmente a los pobres y alejados, a quienes buscó para acercarlos a Dios.
Días después de su muerte, un diario no católico de Córdoba escribe: 'El Cura Brochero contrajo la enfermedad que lo ha llevado a la tumba, porque visitaba durante mucho tiempo y hasta abrazaba a un leproso abandonado por ahí'. Debido a su enfermedad renunció al Curato. Murió leproso y ciego el 26 de enero de 1914.

'La vida la vivo en la fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí'. (Gál. 2, 20)
Dice Jeremías 15-16: 'Cuando se presentaban tus palabras, yo las devoraba. Tus palabras eran mi gozo y la alegría de mi corazón'. La fe del Cura Brochero creció porque él cultivó, a lo largo de toda su vida, un profundo y vivo amor a la Palabra de Dios y fue constante en su simple fidelidad de oración de cada día.

Brochero fue un hombre de fe. Vivió gozosamente el Misterio cristiano. Y vivió la alegría de su Sacerdocio.
Solamente así se puede entender su vida y su ministerio sacerdotal. Gracias a su fe, 'enamorado' del Señor en la Eucaristía y de sus feligreses ('amorosos', los llama en una de sus cartas), su entrega fue total, permanente y alegre. Su vida de fe se nutrió de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio, la Misa diaria, aún en sus largos viajes, y en su habitación de enfermo, su Rosario, el Breviario que llevaba a la cintura, según testigos, y que rezaba diariamente. 'Vivía según la fe', anota un testigo. De ahí su caridad pastoral y su muerte en cruz. En ella encontró sostén y fortaleza en su larga enfermedad y, gracias a ella, él pudo decir antes de morir: 'Yo me fío de la Misericordia de Dios'.

Sin una fe así, como donación personal a Cristo y, al mismo tiempo, heróica, hubiera sido imposible llevar a cabo toda la obra que cumplió. (No hubiera sido un 'Instrumento' apto...). Y supo inculcar, además, comoviejo 'doctrinero' y tesonero 'catequista', a sus fieles, ese espíritu de Fe, que aún perdura, extendiéndose a toda su Provincia y a la Argentina.

ORACIÓN (para uso privado):

Señor, de quien procede todo don perfecto: Tú dispusiste que el P. Brochero fuese pastor y guía de una porción de tu Iglesia, y lo esclareciste por su celo misionero, su predicación evangélica y una vida pobre y entregada; te suplicamos que completes tu obra, glorificando a tu Siervo con la corona de los Santos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

(PadreNuestro, Ave María y Gloria).


http://www.ejerciciosive.com.ar/pag_res1.asp?id=123

viernes, 20 de enero de 2012

Absurdas opiniones. Absurdos representantes


Ya es habitual en nuestros honorables legisladores y representantes imbuidos de progresistas ideas el hecho de no dar pie con bola. Nada nuevo ni sorprendente.

Ahora, con motivo del triste caso de la menor embarazada de la localidad General Campos se conocieron unas desafortunadas e indignantes opiniones vertidas por los (supuestos) representantes del pueblo entrerriano Américo Schartzman y Verónica Magni, ambos miembros del Partido Socialista, quienes junto a otros “representantes de distintas agrupaciones sociales y sindicales pidieron la renuncia del Ministro de Salud de la provincia Hugo Cettour por considerar que al haber hecho pública su posición antiabortista en el mencionado caso podría haber inducido al juez de la causa en la resolución del caso que epilogó de otra manera”, dice el diario El Heraldo.

Estos señores antes de lanzar sus sandeces declamatorias llenas de sinsentido, deberían dedicarse, según nuestra humilde opinión, a defender los intereses del pueblo que dicen representar. Si una niña y su madre decidieron continuar con un embarazo que no implica ningún riesgo para la salud de la madre y su hijo, lo que corresponde es hacer todo lo posible para que en adelante todo marche de la mejor manera. Y segundo, si hubo un abuso sexual hacer todo lo posible para que no quede impune. Esa es su única obligación y no otra. Como representantes del pueblo ayudar, apoyar y alentar a una representada que optó por llevar adelante un embarazo y dar vida. ¿Qué les molesta tanto señores representantes?

Igualmente indignantes y totalmente fuera de lugar las declaraciones de las sesudas militantes de “Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito Entre Ríos” quienes denunciaron que la madre de la menor “está siendo intimidada, presionada y manipulada para que retire el pedido de la interrupción del embarazo, en un evidente abuso de poder por parte del juez, también de los médicos que intervienen con “pericias medicas” e informes sobre la supuesta viabilidad del embarazo en la niña de 11 años”.

Parecería que las variopintas agrupaciones lesbo-feministas-abortistas de injustificada existencia, con sus marchas y expresiones no generarían “presión” ni inducirían a obrar en un determinado sentido. Entonces, ¿cuál es el fin de sus dichos y actos? ¿No tienden con ellos a torcer la opinión en un cierto sentido? Y además, ¿no vulneran con su beligerante y arrogante actitud el derecho de la madre y los familiares? ¿Por qué no dicen que organizaciones pro-aborto presionan, intimidan y manipulan para que se realice un aborto o que manipulan burdamente los sentimientos de la madre? ¿No se les ocurrió pensar que quizá no quería un aborto para su hija? ¿No se les ocurrió imaginar otra manera de poder ayudarla?

Ahora bien. En caso de que el juez, los profesionales médicos y familiares opinaran en un sentido contrario, todos estos supuestos defensores de derechos, ¿se manifestarían de igual manera diciendo que hay presión, inducción, intimidación? ¿Realmente les interesa a estas activistas la salud y los derechos de esta persona o sólo quieren exhibir como un mezquino triunfo que se practique a toda costa un aborto?

Un poco más de sensatez dentro de su errónea ideología, hubo en la opinión de Verónica Marzano vocera de línea “Aborto Más Información Menos Riesgo” quien habría dicho, “en principio quiero aclarar que nos encontramos a favor de la vida, la salud y elección de la mujer de querer continuar o no con su embarazo”. Es justamente esto último lo que todos quienes están a favor de la interrupción del embarazo no logran o no quieren ver.

Por eso, de ahora en más, como organizaciones compuestas de “fervientes luchadoras” al servicio del bien común, lo único deseable sería que se dedicaran a exigir a las autoridades competentes que a la joven madre no le falte nada de lo necesario, material, psíquica y espiritualmente y volcar todos sus esfuerzos en esa dirección. De esa manera estarían realizando un verdadero e invalorable bien y contribuyendo al mejoramiento de la salud de la población…y serían un poquito más creíbles.

Rogamos a Dios se impongan en este amargo caso el buen sentido y la Caridad.